lunes, 30 de diciembre de 2013

Otro que se va...

Hace días que pienso en esto que se va el 2013
que si tuviera que hacer un balance, obviamente si partieramos única y exclusivamente por la muerte de mi mamá, lo convierte en el año más malo de la vida, como lo fue también el 2008 cuando se murió mi papá. Y sin embargo viaje a Chiloé, pasié por tantos lugares hermosos, conocí poquita gente, me renecontre con tanta, abracé tantos árboles, me rodié de tanta naturaleza, de tanto cielo azulado, de tanto mar, lagos, lagunas. Después tuve tanto, tantísimo trabajo. Pero desde que se murió mi mamá, nada, nunca más nada, volvió a tener sentido, valor, peso, razón.

Anoche de hecho descubrí la tristeza enorme que sigo cargando, la cual lamentablemente, se debe a la culpa enorme que cargo por todo lo que hice mal hice, antes que te murieras, toda la rabia estupida que tenía conmigo, el enojo por no sé que mierdas y que toda iba dedicada no expresada verbalmente, pero lo que se piensa y no se dice, tampoco se olvida y casi toda, toda iba dedicada a tí. Y lo más lamentable, lo que más detesto de mi, es pensar que cuando chica, cuando vivíamos en Guadalajara y tomé conciencia de la muerte y lo que esto significaba, le pedí a mi Dios particular "por favorcito, no permitas nunca de los jamases que mis papás mueran antes que yo, no me permitas vivir sin ellos un solo día". Y aquí estoy con cinco años de la muerte de mi papá y con cinco meses de la de mi mamá y la interrogante que más me late es ¿qué hago aquí todavía? ¿como he podido vivir todo este tiempo sin ellos?

No tengo respuesta para eso, pero si las mil y unas sensaciones, cada vez mas certezas que en todo caso, tampoco soy la más feliz entre todas las mortales, un desasosiego que no me deja ni a sol ni a sombra, un vacío que me acompaña a todas partes, que se llevó el sentido de la vida, los colores, las ganas reales y sinceras para vivir y los motivos para hacerlo. Anoche pensaba mucho en eso, mientras martirizaba mi alma con todas las cosas malas, egoístas que hice contra ti mamita querida, descubrí que en verdad no tengo ya nada por qué vivir, tampoco ganas, esa es la verdad, el futuro se presenta tan eterno y desconcertante que no sé si quiero vivirlo, no sé si quiero averiguar cómo seré de vieja, tampoco sé si quiero averiguar cómo será eso. Tantas cosas, momentos, circunstancias, personas, que se han desplomado ante mis ojos, descubierto las partes mas oscuras y desagradables, todas en el último tiempo, que ya no quiero más, no quiero nada, no quiero a nadie y solamente no continuar más. Realmente creo que por primera vez en muchos años, en muchas veces que dije esto mismo, esta es la única en que realmente veo negro para delante y ninguna gana, esperanza, corazón de que nada, absolutamente nada cambie, mejore, sea distinto. No tengo ganas de nada, absolutamente de nada.  A lo más de leer mis libros, encerrarme en mi burbuja personal e intrasferible y que el mundo, sus personas, sus contradicciones, se vayan a la mierda y a mi me dejen tranquila.

Y sin embargo no quiero que se vaya el 2013 y que se sume una perdida más y dentro suyo, el mes de julio, el mes del año en el que partiste, en el que ya no estuviste más........... y sumar y sumar quien sabe cuantos años más en esta casa, sin ti, con tu pieza semi intacta y la casa y la vida, mi vida, luchar, vivir, vivir y trabajar, todo me suena cansador, agotador, no quiero nada de cambios, ni de movimientos, ni de desiciones, quisiera ser un mueble, un gato, un objeto, que tomen, pongan, acomoden, guarden, saquen, metan.

Una oda al optimismo simplemente.
Y bueno alguna vez tenía que ocurrir que descubriera que en realidad las cosas brillan, tienen color, olor, sentido, porque algo - alguien tan mágico como las personas a quienes más amas, se lo dan y cuando ellos ya no están, todo se torna plano, sin tacto, color, olor, sentido, razón, peso..... mis papitos amados, mis mascotitas, mis abuelitos, los amigos queridos, tanta, tanta, gente que se ha ido y uno aqui remando, remando ¿para qué? ¿por que? ¿por quien?

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Navidad.

Desde el cumpleaños de la Manu, no, desde el tuyo más bien, que empezamos a sumar todos los hechos en los que no estarás más.... ayer pensaba que quería que terminará de una buena vez el 2013 porque aunque tuve mucho trabajo, perdí lo más vital de mi vida y eso lo convierte automáticamente en un pésimo año, pero después pensé "si se va el 2013, atambién te irás tu por segunda vez".
Aunque ya no estés, sigues ocupando un espacio, que seguirá siendo tuyo, aunque muchas cosas malas, terremotiantes pasen a nuestro derredor, tu esencia seguirá volando alrededor nuestro, pero la idea de perder este año y comenzar otro y comenzar a sumar de ahora en más, todos los momentos, cumpleaños, situaciones en los que no estarás más, es una idea inquietante.

Como ayer, la primera navidad en casa de Claudita con todo el familión, en el que no estuviste, una estela de nostalgia y tristeza cubría todo, más allá de la alegría, de la histeria consumista correspondiente al momento, pese a la familiota, a todos lso que nos dimos cita, no estabas tu, no estaba mi papá, no estarán nunca más. Esas eternidades que se sienten tan presentes y punzantes más que cuando estaban presentes.

Ay mamita, mamita, por primera vez en la vida, más que cuando se murió mi papá, la idea de comenzar un nuevo año y sumar esperanzas, ansías porque suceda lo mejor posible, porque sea lo más bueno posible, no tengo. Naturalmente supongo estoy absolutamente desabastecida de esperanzas, de sueños, de ansías, deseos por hacer cosas o encontrar cosas nuevas. Es como si con tu partida te hubieras llevado, mi optimismo, la luz y los colores con que antes veía el mundo, me queda un poco de optimismo para no tirarme al hoyo, pero lo justo y necesario, nada exagerado, nada de ganas de exagerar, de reírme mucho, de llorar si, de esperar nada.

Primera vez en la vida que no espero nada de nadie, de mi, de nada. A ti te lo puedo confidenciar, ni el viaje a México me produce mucha alegría, será también un poco el real miedo que me produce, pero el encanto de antes, la energía por hacerlo cuando estabas y los regalos que te traería, ya no. Aunque me encuentre con todos los amigos mexicanos, con todos los ayeres en fila, esperando ansiosos en reencuentro, no tengo ni ansia, ni deseo, antes que pensaba ir en busca de posibilidades para no volver, para quedarme, ahora ya nada me interesa demasiado.

Ojalá que exageración me quede todavía y esl desgano, la tristeza, la desesperanza cobre vida una vez allá, una vez en ese hermoso país en el que fuimos tremendamente felices, proque estábamos juntos nostoros LOS CINCO, a lo mejor el exceso de nostalgia, de reencontrarse con pequeñas calles, árboles, lugares, escondites, secretos, devuelva un poco el alma, el suspiro, la inocencia, la esperanza, la alegría.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Corazón Kamikase.


Este fin de semana volé la barda en materia de emociones energéticas.

Pasé sintiendo que el corazón se salía, que el infarto venía,
que quizás el fin se acercaba y no tuve miedo, me daba lo mismo.
Pero reflexioné sobre los por qué y descubrí que estoy cargada, cargada, llena, repleta, rebosante, de odio.

Odio a tanta gente o peor, siento tanta rabia, tanta, tanta,
deseos intensos de matar a golpes a esos a quienes detesto,
ira incontrolable, destellos de fuegos artificiales que salen por mis ojos,
ira, coraje, rabia, deseos de violencia verbal y física.

Y por qué?
Porque odio a los que siguen vivos,
a los viejos para mi -de mierda., que siguen vivos,
odio que pasen de la muerte de mi mamá,
que sus vidas, que el mundo entero, no se haya detenido,
paralizado, terminado, pulverizado.
Como lo está mi corazón,
como es la tristeza que inunda mi alma,
que ciega a la aquella persona -que ya no sé si fui-, que era buena, que quería, que quería bien, que podía mirar con amor, con cariño, que valoraba al otro, que quería estar rodeada de otros.

Ahora pienso y siento a veces,
que si me mandaran a una isla desierta lo agradecería infinitamente,
porque estaría lejos de todos los soretes del mundo, que curiosamente cada segundo son más.
Pero anoche hice un semi cese al fuego,
serían las puntadas en el corazón,
la respiración agitada,
el cansancio total,
pero sobre todo el tener la humanidad cargada de sentimientos tan oscuros,
no es que sea Candy Candy, pero cuando odio tanto, tantísimo es porque mi sosiego está perdido.

Y no es que pretenda recuperarlo para el bien mundial,
nada que ver,
siguen sin importarme mayormente los que pululan por la tierra,
lo haría, de hacerlo, única y exclusivamente por el gasto energético personal,
porque no soy así,
por más dolor, rabia, coraje que sienta,
no soy así,
no solía detestar a tanto infrahumano y además desear de todo corazón romperle la cara,
para qué, que lata más grande gastar fuerza y energía en seres que no existen en mi alrededor,
seres soretes -como bien dice mi sisterna Manucita-, existirán siempre, pero al menos que tenga en mis manos una fórmula perfecta para arrasar con ellos de la faz de la tierra ¿para qué gastarse tanto?, a lo más serían los violadores a los derechos humanos, pero para ellos es mejor que sufran, sufran muchos miles de años, que hacerselas tan fácil como matarlos.

Y porque ya no quiero sentir este odio tan profundo,
por gente que no mueve mi vida,
que los encuentro sin principios, basuras humanas,
pero que su inconsistencia no altera, modifica, moviliza mi vida,
entonces para qué tanto,
y en cambio concentrarme única y exclusivamente en el amor a por mi madre, en el dolor por su ausencia, en el hondo, profundo, sincero dolor por su ausencia.
Que moviliza, todos y cada uno de mis actos, para delante y futuro, que quizás cambie, altere todo cuanto me rodea.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Un nuevo aniversario.

Querido Andrés,
Este año más que nunca antes, el dolor de la muerte acecha con fuerza mi vida. Por esas cosas raras, de todos los seres queridos que he querido y también perdido, como mis abuelos, amigos, mis tíos Sánchez, mi papito lindo y a ti, descubro que la madre es realmente fundamental para la vida, por algo un tema de Silvio Rodriguez, dice que "la madre vive hasta que muere el sol", que vendríamos siendo nosotros, o sea nunca, o sea eterna. Y no es así, como tampoco lo es que seamos eternos, que yo lo sea, tú fuiste el primer ejemplo joven que eso no era así. Antes lo fueron mis abuelos y tu estabas cerca de mí, después vinieron tantos, tantos otros seres ensoñados y qué decir tu muerte.

No recuerdo cuantos años han pasado desde ese 30 de noviembre, en el que me llamaron para contarme noticia más triste y terrible. Cómo lloré, de la pena, de la impresión, del dolor enorme que el chico más hermoso, mi príncipe amado, ya no estaba más en este mundo, nos había dejado, porque somos muchos los que nos quedamos sin tu dulzura, esa sonrisa hermosa, esos dientes blancos, tus manos grandes, la calidez enorme, mi querido primo Andrés Santelices, la persona con la que más cosas compartí y en tan poco tiempo....

Y me ocurre que en este año, he perdido a mi madre también, o más bien "he perdido a mi madre" y pienso en el dolor de tu madre al perderte, La Luza que fue la madre que vive hasta que muere el sol y presenciar esa muerte. Y me ocurre que desde espacios distintos, dolores diversos, la entiendo tanto, tan bien, aunque mi dolor sea al revés que ella, el que se supone normal y que en estos momentos no tiene nada de ello y si mucho, muchísimo de injusto, de doloroso terrible, de una honda y profunda depresión, al constatar todos los días, a cada instante, que nunca más en la vida, en esta vida, mi vida, volveré a ver a mi madre amada.

El dolor por tu pérdida, que fue realmente una enorme pérdida, un dolor que se acomodó a los años, a las memorias, a rememorarte todos los 19 de septiembre, los hoy, y que hoy justamente hoy, se mezcla, suma, duele más y más, con el que siento por mi mamá.
Es tanta la pena, la honda depresión sentida, el dolor por saberme sin ella, que no puedo pensar ni por un segundo, en la idea quizás aliviadora, que ustedes se encuentren en el cielo, en el más allá juntos. Es tanto el dolor, que no me consuela, es tan egoísta lo que te digo pero sincero como lo era nuestra amistad, nuestras conversaciones, las sinceridades mutuas que nos dijimos, aunque algunas nos las guardamos, como tu muerte, como el sentir que no te pude acompañar más, ayudar, apoyar para que esto no pasara. Pero no puedo sentir felicidad o un álito esperanzador con el hecho que ustedes estén juntos, que se vean, me da más rabia que alegría, más envidia que felicidad, perdoname, perdoname mamita, pero más bien quisiera estar con ustedes aqui, allá, donde sea pero con ustedes, junto a todos los que se han ido, mascotitas, amigos, familiares, mi papito, mis abuelitos Titin y Marta, junto a ustedes dos, mis constantes, recientes y palpitantes queridos ausentes, por siempre jamás.

martes, 26 de noviembre de 2013

4 meses.

... ¡¡¡ Cuatro meses. No quisiera hablar nunca de los jamases en pasado. Y el tiempo sigue sumando. La memoria, nostalgias, recuerdos nos alimentan. Me aferro a ellos, te vuelvo abrazar, pensar en la maravillosa persona que eres, serás y fuiste. El mundo está impregnado de ti ¡¡¡ ...

jueves, 21 de noviembre de 2013

Si solo estuvieras aquí.

Por ahí alguien me podría acusar de "cuática" o intensa que para el caso, es verdad.
Intensa para amar, para sufrir, para extrañar.
Y qué hacer si es lo que siente mi corazón.
Tantas cosas de las que me he dado cuenta en el último tiempo, desde que no estás, tantas buenas, tantos momentos vividos juntas, atesorados en la memoria y que de pronto me hacen click, descubro instantes, situaciones, que le dan sentido, razón, peso y fondo, a toda mi existencia.
Y quisiera compartirlas contigo,
sin vergüenza alguna confesarte lo mucho que te quiero,
lo feliz que he sido estos 44 años al lado tuyo, de mi papá,
quizás es la vejez,
aquella envuelta en sabiduría (al fin) que permite valorar lo hermoso de la vida,
lo que dura un instante,
lo que sentíamos insignificante
y que ahora además de encontrarlo ENORME, quisiera repetirlo mil veces.

Buscar las fotos de las dos,
casi todas de hace tantos, tantisimos años,
¿por qué dejamos de tomarnos fotos juntas?
¿por qué era tan perrucha contigo?
¿por qué las hijas somos tan tontas con nuestras madres?
¿por qué los humanos somos tan imbéciles que no aprendemos de lo que nos dicen?

Tarde, siempre en un tiempo pasado, terminamos dándonos cuenta de lo necios que éramos, de lo mucho que queríamos esa vida, de lo felices que éramos en esos tiempos, que finalmente la vida, esa vida era la que queríamos vivir para siempre. Juntas, juntos, juntas.
De verdad quería que tú  y mi papá fueran para siempre.
Más que quererlo, aunque si que lo quería, sentía que en nuestra calidad de "especiales" así tenía que ser.
Si habíamos llegado hasta donde lo hicimos, era para continuar por siempre jamás.

Eso es algo que jamás de los nuncas me conformará,
será porque la vida no la supe vivir de otra forma que no fuera con ustedes
y finalmente era tan vida como cualquier otra, aunque a veces mi papá fuera insoportable,
pero era nuestra vida.
Ahora si que si sé que todo, todo, toda mi vida eran ustedes,
ahora no me importaría para nada que me dijeran que tendría que vivir para siempre jamás junto a ustedes, sin salir, sin mirar afuera, sin casarme, tan solo con derecho a viajar, pasear por ahí y traerles historias, mundos, comidas, olores, sabores. Porque esa era mi vida.

Ahora no sé para donde llevarla,
qué hacer,
ya no es lo mismo dedicarsela a nadie como lo era con ustedes,
nadie más que ustedes merecía que nos quedaramos sólo los tres,
los tres y el Gremnlin, la Escobita, el Cuchi o todos los gatitos que pudieran venir.

La vida ahora no sé como continuarla,
me da tanta pena todo,
toda esta casa está tan llena de luz, de vida, de colores por el patio, la bugambilia,
y sin embargo mi corazón, mi alma, la vida misma está tan triste, tan gris sin que el color domine el cielo, pero ya no tengo horizontes, ni cosas por las cuales luchar, vivir, ir, buscar, perseguir.
Tampoco sé si sería mejor morirme,
ir en busca de ustedes.

Sólo sé que mi corazón está triste,
que yo todita, toda, estoy desolada sin ti,
con esta casa hermosa y colorida pero sin ti,
con el verano, el viaje a México, pero sin ti,
con las memorias diarias, las nostalgias, pero sin ti. 

domingo, 10 de noviembre de 2013

Girón, la Victoria

Supongo que las razones por las cuales me gusta tanto, tanto, tanto, la letra de esta canción y sobre todo este estribillo, se debe a la historia que tuve junto a mis padres...


Canto y llanto de la tierra,
canto y llanto de la gloria,
y entre canto y llanto de la guerra,
nuestra primera victoria.


De luces se llenó mi cielo
de esta tierra insurrecta,
y entre luces se batió seguro
buscando la victoria nuestra.

Hoy se camina confiado
por los surcos de la historia,
donde pelearon los héroes
para alcanzar la victoria.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Para nuestros muertos queridos...




Quisiera pensar en esta ocasión que las palabras sobran. Sábado 2 de noviembre, día de nuestros muertos que aunque ausentes, viven en nosotros todos los días. Es un altar muy familiero, me faltó mi primo Andrés Santelices, el querido Luchito Biervich y muchos, muchisimos queridos otros amigos que decidieron marcharse y que a estas alturas, parece que lo mero bueno, está ocurriendo allá arriba....

domingo, 27 de octubre de 2013

Tres meses, mamita....

Dispuestas alrededor de la cama, nosotras sus tres hijas, en la cabecera, a su lado, tomando su mano, tocándola suavemente, acariciando su rostro, su cabello, uno y otro brazo y la luz del atardecer que comenzaba a filtrarse, atravesando la cúpula de la iglesia del lugar, cruzándose por la ventana, cayendo sobre su rostro dormido. El cielo, que había permanecido gris, frío, como es habitual en el mes de julio, unos instántes antes de las seis de la tarde, se abría dando paso a este rayo de luz, luz intensa, blanca, y a la vez suave, tenúe, cálida. La luz divina que tendía su manto protector, para recibir a nuestra madre, que estaba muriendo.

martes, 15 de octubre de 2013

Plantitas de tu jardín.


Querida Mamita,
No puedo dejar de pensar en que la primavera está entre nosotros, que después lo hará el verano, que la casa ya está calurosita, mucho más que antes, abrimos las puertas toda la tarde, el patio está lleno de coloridos verdes, rojizos, blancos, la bugambilia retomando su belleza a todo lo que da y no estás para contemplarlo.

Y entonces me ocurre que admirar esta belleza, los colores, la frescura, regarlos para que estén cada día más hermosos, me da pena, me alegra, me da pena, porque pienso siempre, siempre, siempre, que tu no estás para contemplarlos. Buscando algo para que la vida no sea demasiado gris, entonces me digo "sacaré todo lo más bello, para que tú desde donde estés puedas contemplarlo  igual" o en tu nombre, en tu  memoria, mamita querida, tu patio siga siendo lo más bello posible.

viernes, 4 de octubre de 2013

Dolosidades.

 
 
Al principio pensé que era "un dolor que no alcanzó a ser y ya dolía", en la ensoñación las imágenes están llenas de obstáculos, pero en realidad el alma entera esta dolosa, el cuerpo clama necesidad de lágrimas, de gritos, aullidos por la carencia, la culpa, el dolor, el tormento, la soledad. Aquella soledad de la que nunca se temió, a la que nunca le temí y ahora el silencio de la casa, tu ausencia, el dolor de no tenerte, hace que a veces, en ratos largos, el aire se respirara enrarecido y lo que  más quiero es salir corriendo.
 
Pero el dolor está en mi, a donde vaya, donde me acompañe el corazón, el dolor de alma, la mente, ahí está la molestia. Representada en culpas, auscencias, sentir que nada, absolutamente nada de la vida de antes, de la que se proyectaba para vivir después, tiene sentido, color, olor, aroma, forma, horizonte.
 
Volver el tiempo atrás, mi especialidad, la ruta de mi destino y el objetivo nunca alcanzado, a estas alturas debería conformarme, más la realidad es diferente. Trato de no pensar tan solo en lo malo, rememorar los bellos momentos, dejar atrás un rato la esencia de la amargura cargada y que si tenías o no parte y arte no eran los tiempos, las edades para echarlas en cara, sino más bien vivir simplemente vivir, aprovechar el tiempo porque aunque se creyera en la inocencia de la eternidad, quizás algún día, no se sabía cuando, no estarías, no estarías más y todo lo que no se hizo, dijo, repitió hasta el cansancio, comenzaría a doler, molestar, dolosar, causar un desasosiego eterno.
 
No hay espacio para otros dolores,
otros sentimientos aunque puros, recubiertos de ensoñación, energía de amar, porque el corazón, el alma, el espiritu están totalmente dolosos, recientes.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Y nos quedamos sin ustedes.

Ayer para tus dos meses, fuimos la Pasqui, Manu y yo al cementerio... y fue fuerte. Para mí al menos, fue muy fuerte ver tu nombre inscrito en la lápida. Tantas otras veces que hicimos ese mismo paseo, pero contigo, a ver a mi papá, a los abuelos, tu sentadita en tu silla playera, sobre el pasto, nosotras sentadas sobre el pasto, entre todas formando un círculo. Comer pastelito para el cumple de mi papá, adornarlo con flores, piedritas, semillitas, rememorar a los abuelos, a mi papito lindo.... Y en cambio ayer, las tres gracias eran las únicas que rodeaban la lápida, adornándola, embelleciéndola

No teníamos pastelitos porque no estábamos conmemorando cumpleaño alguno, al contrario, era un día soleado, hermoso, el viento corría frío, los árboles comenzando a reverdecer, todo hermoso, todo, todo, pero nosotras no íbamos por una causa alegre, muy por el contrario, para verte en tu 2º mes de partida, a constatar que tu nombre estaba en la lápida: BLANCA MARIA O. SANCHEZ REYES.
Ya nunca más al lado nuestro, sentadita en tu banca celeste de playa y entre las cuatro formando un círculo. Nunca más a verte, tocarte... una sensación demasiado rara, triste. Constatar que estás muerta, allá abajo, en tu cajón, donde te dejamos esa mañana de domingo 28 de julio, junto a mi papá, a los abuelos, y por lo tanto, ya nunca más con nosotras... tocar tu nombre sobre el mármol, poner la palma de la mano sobre el frío mármol y no escuchar tu corazón y saber que estás ahi debajo.... y que no saldrás nunca más...


lunes, 16 de septiembre de 2013

Este septiembre...

Toda la vida me he caracterizado por ser una persona intensa, quien cree que los sucesos de la existencia, no se dan por casualidad, sin pecar tampoco de excesiva superticiosidad, si lo suficiente, pero será más bien a raíz del mundo en el que me tocó nacer, con los padres que he tenido, la familia que me rodeaba, lo que hace que me tome los hechos, situaciones, sensaciones, en un tono más serio de lo normal, que le de más importancia a cosas, que para otros, pueden sonar excesivos.
 
Y con todo lo anterior, la llegada de septiembre, en este 2013 ya de por si extremedamente simbólico, por conmemorarse 40 años del golpe militar que derrocó el gobierno de Salvador Allende y con ello el fin del programa de gobierno de la Unidad Popular, en la que mis papás Andrés y Blanca, trabajaron junto a muchos otros chilenos, con todo el corazón, las esperanzas, la felicidad absoluta, de encaminarse hacia un mundo menos peor y más justo para todas y todos. Pero que cinco años antes de esta conmemoración mi papá, Andrés Orrego Matte, murió. Y en esa muerte quedaron en suspenso, en la nebulosa más absoluta, miles de sensaciones con respecto al sentido de la vida, a estar donde vivimos, a si estábamos realmente en el lugar correcto para vivir. Un vacío enorme, que dejó su partida, todas las palabras, abrazos, cariños más, que me hubiera gustado, tanto, tantisimo, tanto, prodilgarle, repetirle hasta la cursilería lo mucho que lo amo, que siempre lo he amado, aunque nuestra relación fuera difícil, porque no queriamos entender que somos dos gotas de agua, intesas, energéticas, irracibles, insoportables....
 
Y como por ahí dicen, las cosas malas llegan todas juntas de sopetón y después se van, se calman y te dejan con el peso de todo ese remezón para que veas qué hacer. Así fue como dos meses previos a la conmemoración por los 40 años, el viernes 26 de julio a las 18 horas, mi madre, Blanca Sánchez Reyes, murió.
 
Y es en ese momento vital, crucial, terrible, en el que comienza realmente toda esta historia, reflexión, sentir. Porque finalmente lo que somos "las tres gracias", las hijas de Andrés y Blanca, es el resultado de la vida que nos dieron, sus enseñanzas, su cariño, lo que nos entregaron, lo que no, todo lo que vivimos a su lado. En esa vida que tras el quiebre de la Unidad Popular y el comienzo del fin de nuestra familia enorme, amplia, la familia paterna, que los confinó al exilio a distintas partes del mundo. Crecer, desarrollarse, ir lentamente (en mi caso) convirtiéndome en persona, en adolescente, mujer, en un país que no era el de mis padres, ni el supuesto mío, sino que México, el lugar que se convertiria en el eje central de mi corazón y vida...
 
Desde donde por elección o decisión de mis padres, tiempo después dejaríamos para regresar finalmente a Chile y en ese retorno todas las consecuencias que tendría nuestra vida. Pero una vida en la que siempre, siempre, siempre, pensé que sería por siempre jamás, en compañia de mis padres. Que eran los que querían regresar, reencontrarse con el Mapocho, las empanadas, su cordillera y todos esos momentos congelados en el tiempo y que aluden al lugar en el que viviste los mejores años de tu vida, niñez, juventud, aunque en México también los tuvieran, pero que yo desde Chile, en mi retorno, entiendo ese extrañar de lo inmaterial como los olores, las sensaciones, el color que se siente más hermoso, más colorido allá que aquí, que el agua, las frutas, verduras, todas las comidas son más ricas en México que aqui, la gente, la relación con ellos, el vínculo estrecho e indisoluble, es más real en Guadalajara que en Santiago y así suma y sigue.
 
Pero ocurrió que "las tres gracias" llegamos a los 40 años de la conmemoración del golpe militar, sin nuestros papás, sin Andrés y Blanca, sin los responsables del regreso a este país donde viviriamos por siempre jamás, juntitos, aclanaditos, pegaditos como lo hicimos en México, como en cualquier parte, por siempre, siempre jamás. Y que como otros instantes-distantes de la vida, mi vida, no se cumplieron como debía ser.... recuerdo aquella noche años, añales atrás, en Guadlajara, conciente ya del sentido de la muerte, solicite a mi Dios personal, que jamás de los nuncas permitiera que mis papás murieran o que al menos, no me permitiera vivir en este mundo sin ellos, que para eso antes me llevara a mi primero....
 
Y reflexionando sobre este 11 de septiembre del 2013 tan simbólico como suma, sin mis papás, sentí que la vida junto a mis padres, las aventuras vividas en toda la extensión de la palabra, todas producto de habernos marchado de Chile con rumbo a México, ese cambio, no era otra cosa que un "nacer - renacer" una y mil veces como "Los cinco" que somos, que seremos, que nunca "éramos" ni "fuimos" sino que "somos - seremos" en "presente".
 
Nacer de las cenizas incendiadas de La Moneda, del sueño de la Unidad Popular, mi papá sin trabajo, viviendo en Buin el tiempo que fuera "los cinco". Partir a Colombia, después a México, siempre juntos, como la familia que somos. Salir adelante de las adversidades varias, el acomodarnos en Colombia, después en Ciudad de México y finalmente en Guadalajara por espacio de 12 hermosos años y después quemar la nave y viajar de regreso a Chile, presenciar el desmembramiento de la familia de México, de la idealización de la vida más deliciosa posible y tratar, luchar, lograrlo a medias, poquito, un poco más y quizás casi por completo en Santiago en cada uno de los espacios: Arturo Claro, Moneda, Rosal, Valenzuela Castillo. Adversidades para dar y regalar como la vida misma, como la particular familia de "los cinco" que somos, locos, exaltados, maniáticos, insoportables, dictatoriales, pero finalmente familia. O al menos mi familia, "mis cinco", mis "tres" ya que de las tres hijas, he sido la que de los 44 años de vida que sumo y sigo, los he vivido junto a mis "amados padres".
 
Y ahora que no están y que la sola idea, el pensamiento, me duele la guata, el estómago, se remesen las añoranzas, los pensamientos, las nostalgias que me llevan volando a tantos lugares, momentos, olores, tristeza, mucha tristeza y al mismo tiempo la alegría de sumar que más no sea 44 años de historia junto a ellos. Que por supuesto no me es suficiente, porque los quería inmortales, a mi lado para siempre, para seguir en este mundo, en este país, en esta ciudad a veces inospita, fría e individualista, que siempre así antes no importaba tanto proque estaban ellos, que siempre, siempre, lanzaban la cuerda, la mano, la ayuda, el saber que por el simple hecho de tenerlos, de saberlos cerca, en esta tierra, todo, absolutamente todo iba a ser menos peor.
 
Pero ya no están. Y es que ahora la vida, la historia, la vida con ellos, mi historia con ellos, la de mis hermanas con ellos, se torna diferente, solitaria y el estar aqui, en este país, ciudad, casa, barrio, todo, absolutamente cobra un sentido distinto, un sin razón absoluto, que me hace perder el norte, querer realmente perderme del norte, del sur, no estar y simplemente ir hacia donde ellos....

jueves, 29 de agosto de 2013

Extrañarte.

Anoche pensé detenidamente un instante, que con todo esto de la titulación de la Manu, los pensamientos estaban contenidos solamente en que a ella le fuera bien y entonces la cabeza no tenía espacio ni tiempo para nada más que para concentrarse en la Manu, la Manu, su tesis, la Manu, su tesis. Y sentí que te dejabamos en el olvido, de pronto tu ausencia, justo a un mes de tu partida, se llenaba de aire y la vida continuaba y tu presente ausencia se desvanecía.
Y me sentía culpable pero atada de manos para hacer lo contrario.

Y anoche volví a sentir eso, me sentí mala, egoísta, mala de estar viva, de hacer tantas cosas, que la vida de pronto se haya llenado de tantas actividades, agetreo y que quizás, quizás, estaba un poco más que ingrata contigo. Porque si bien cuando nos vamos a dormir con la Manu, te doy las buenas noches y así también los buenos días, sentía que no bastaba, que esta cosa de la vida tan ocupada, no dejaba tiempo para detenerse y pensar unica y exclusivamente en ti, en que pese a todo el movimiento, tu ausencia marca presencia siempre, seimpre en esta casa, en mis pensamientos, en mi corazón. Que te quiero mucho mamita y te extraño, extraño tu presencia.

No pude evitar sentirme mal, porque pensé que quizás todo podria ser mas sencillo si el mundo se detuviera o al menos el mundo personal se detuviera y entonces la pena volviera a raudales, las lágrimas, el dolor más hondo, el vacío de no tenerte, de ya nunca más, de no verte nunca más. La pena de pensar que no puedes compartir con nosotros la llegada de la primavera, el florecimiento de la bugambilia, el enverdecimiento de todas las plantas. Tanta, tanta pena.
Volví a sentir como quien diría.
A sentir tu ausencia y el dolor de ella, de no poder ver la TV contigo nunca más, de no haber llegado a bañarte como prometimos, tantas, tantas cosas que dejamos sin hacer o que no pudimos repetir en hacer. Y me pregunto si el extrañar a quien se quiere tanto y con quien se vivió tanto tiempo, tiene que ser necesariamente a través del sufrimiento
¿no puedo recordarte, quererte, extrañarte a través de momentos felices? Como cuando la Manu se tituló y al tiro pensé en que podrías haberte demorado un mes más, tan solo un mes más y presenciar esta mágica situación, que como bien dice la Manu, se logro gracias a ti, a mi, a su esfuerzo.
¿Será posible que te extrañemos y recordemos a través de la alegría de los amigos, de la partida de Viole a Buenos Aires?, ¿de la vida?, ¿con todo lo que pasa cada día de vida que seguimos aqui?, ¿podemos extrañarte así?
Sobre todo sin sentirse mal, culpable de estar y tu no, de vivir y tu no, de hacer tantas, tantas cosas que me hubiera gustado compartilas contigo y que ahora ya no será así nunca más o hasta que mi eternidad empiece junto a ustedes, en el más allá............

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Cotideanidad?

Todos los jueves ocurre que en la cotideanidad de la vida, me asomo a tu pieza y recuerdo ese jueves hace ya casi un mes, en el que tampoco estabas en tu habitación, pero la Señora Laura limpiaba con emoción en la espera de que al volver, encontraras todo hermoso y limpio. La pieza quedó tal y cual la dejaste, con las sábanas limpias, el piso imposible más brillante. Después llegó ese inmenso y hermoso ramo de lilum, instalado en el banquito azul, con la foto de Eduardo delante. El tiempo siguió transcurriendo, las flores embellecían tu espacio con su color, con el aroma a flores vivas en proceso de morir. Cambiar el agua día por medio. Sumar tiempo y a la vez detenerlo.

Y de pronto hoy, casi a un mes, vuelvo a asomarme como cada mañana, como todas las noches, como varias veces al día y esta vez, saqué el jarrón de lilium para que un jueves como hoy con nada de igual al de casi un mes atrás, la señora Laura limpie el espacio. Es entonces que la sensación de algo ya experimentado, me traslada hasta ese momento. Recordar, recobrar, atraer hasta aquí, hasta mi, ese día, esos días, momentos.
Qué decir de la sensación que producirás mañana viernes,
que decir el lunes cuando sumes un mes,
un mes de un dolor que se siente fresco como las flores,
presente, intenso y presente
y sin embargo, como si tu partida hubiese ocurido hace años, meses, meses atrás.

Pero el tiempo sigue transcurriendo y por suerte así también quedó congelado, detenido para siempre, en estas sensaciones de jueves, de viernes, de fechas, numeros, sumas de tiempo...

martes, 13 de agosto de 2013

Cálido cariño.

Tan absurda que es la mente, pegandose en temas superficiales, en aquellos donde los que hablan de excesos de cariños, de jamases, de siempre, finalmente cuando uno los busca, desaparecen o quizás en realidad, nunca estuvieron, pero ¿por qué detengo mi mente, los pensamientos, la energía de mi vida, en ellos?, para qué?, por qué? Sin ver otros, otras, que sí están que son más concretos, que aparecen, vienen, aprietan, abrazan, preocupan.
Será como dice Manu, porque tanta palabra de siempre, jamás, es para desconfiar. Aunque marca y suena tan fuerte que uno, no esperaba nada, porque temía, sentía, que eran vanas palabras, al ver los hechos, en momentos puntuales de la vida, como que pierde el norte, y cree, confía, vuelve a creer y confiar, en aquellos, justamente en aquellos que no son merecedores de tanta energía.
Sacarlos de la mente, de los pensamientos, de las obsesiones, arrojarlos a un bote de basura, que no perturben, que no sumen interrogantes, que no quiera saber más por qué, por qué y por qué, si ya sabemos la respuesta.

O será más bien, que en la obsesión, lo que no logro descubrir, revelar, es que sea verdad tanto egoísmo.... necia de mi que no abre los ojos de una buena vez y deja de fiar, de confiar, de creer que el mundo cambiará, que lo que se ve algún día puede pintar diferente. Eso no es así, no será así, cuesta, pero más cuesta entender por qué me cuesta tanto aprender en la desilucionante experiencia que así es y punto.
Que para eso está la diferencia en el norte del continente, al otro lado de la cordillera, no en el eje central por donde piso el suelo..... grabatelo y así sufrirás un poco menos.

domingo, 11 de agosto de 2013

En el vacío.

Anoche pensaba, de esas cosas que uno no debería hacer, ya que provoca el desvelo, en que al menos (aunque no me consuele mucho), tuve ese momento mágico de limarte las uñas, tomarte la mano varias veces, darte besitos en ella, decirnos mutuamente lo mucho que nos queremos, las gracias mutuas sentidas la una por la otra. Pero pasa que si bien tengo esas maravillosas ráfagas de recuerdos, la pena de no tenerte en la casa, en tu pieza, en el comedor, es tanto más grande. Ese vacío del que todos hablan es tan amplio, que no logro llenarlo con estos instantes de memoria. Y ocurre eso que dijo la Paulita tantas veces, que ya echariamos en falta cuando no te tuvieramos, que maldita estupidez y es que tenemos ese defecto inmenso de ser mulas, necios y no querer aprender las lecciones que te da la vida y a toda costa queremos vivirlas en carne propia, aunque sólo sean para sumar dolor a la vida.
Pero ya nada de eso tiene sentido, aunque nos lo repitamos mil veces en silencio, aunque pensemos en todos los "hubiere, habría, sería" y pasados que ya no se pueden atrapar, regresar, retomar, rehacer. En cambio queda el vacío, ese vacío de haber estado en tu guatita y que ahora lo entiendo y entiendo el dolor que debe haber sentido mi amiga Diana Mena Cappelo, cuando murió su mamá, más aparte ella era mucho más pequeña que yo, esa sensación de sentir que aquel lugar del que venías y que está contigo, a tu lado, mientras tu mamá este viva, cuando ella ya no está, sientes la orfandad por la falta de ese lugar, como si tuvieramos una conciencia sútil de pertenencia por ese útero, de pertenecer en carne a esa mujer y cuando esa mujer-madre se muere, se va la sensación de ese espacio y quedamos huerfanos. La sensación clara de impertenencia, que ese lugar ya no existe, estamos solos, abandonados a nuestra suerte.

Y será por eso que al estar contigo muerta, fría, casi en rigor mortis, pudimos entre "tus tres gracias" desvestirte, vestirte, peinarte, ponerte agua de colonia, besarte, tocarte, tocarte mil veces, aunque no sonrieras, aunque no nos miraras, porque eras, eres, serás siempre nuestra madre, nuestra amada madre Blanca, Blanquita, Abuelita de Batman, la que nos dió la vida.
Y en mi caso, poder dormir junto a ti, en la misma pieza, tu en el cajón y yo en mi camita, sentir que seguías aqui, presente, que podrías haberte quedado por siempre jamás en ese espacio que ocupabas en la pieza y yo trabajando en mi escritorio, viendo la TV, durmiendo, pero contigo a mi lado.

domingo, 4 de agosto de 2013

Vacío.

Desde que me dijeron, hablaron, que iba a sentir el vacío más hondo del mundo, me quedé pensando ¿a que se referirían? Hoy lo sé porque lo padezco, anoche comencé a sentirlo, ese frío que embarga desde el centro del estómago y sube al alma, al corazón y sientes que realmente estás sola, por más personas a tu alrededor que existan. Huerfana, sola, desolada, por más abrazos sinceros que recibas, es un dolor, un apretuje de estómago, hasta anoche inexplicable.

Ahora lo siento y me duele, me duele mucho y no tengo ganas de nada, tan solo de ahogarme en mi pena, de llorar mucho, de morirme llorando, morirme ahogada en esta pena, en este vacío, en este saber maldita sea que no te veré nunca más y que quizás, seguramente, quedaron chorrocientas cosas en el tintero, expresiones, palabras, tomarte más de la mano, tomarnos más de la mano.

Viví 44 años junto a ustedes, junto a ti, toda la vida que llevo vivida y la agradezco, agradezco no haberme ido nunca, haber sido tan lencha, lenta, caída del catre, de no haber sentido la necesidad de tener un otro espacio lejos de ustedes, por más que lo soñara despierta o dormida, porque realmente no estaba madura, no habría resistido al mundo sola. Y ahora en versión más grande, que no me preguntaron si quería comenzar una nueva vida, si bien agradezco y entiendo esos 44 años, siento que podría sumar, vivir otros 44 más contigo, con ustedes, sin problema  ¿Para qué tanta independencia?

Me duele pensar en todas esas cosas que no podrás hacer, que no veremos, haremos juntas. Ocurre que la eternidad sin ti, sin mi papá, sin las mascotitas queridas, es demasiado larga, lejana, es injusto quedarse sin ustedes, sin ti, me embarga el apretuje de estómago y de pronto la vida no tiene ningún valor, sentido, peso, no tengo ganas de nada, tan solo de comerme mil chocolates y explotar, estallar, morirme. Irme, encontrarte, encontrarlos y estar con ustedes nuevamente.

Tengo miedo, susto, pánico, no quiero, no quiero, no quiero.
Siento que el mundo entero se cae sobre mi y su peso no lo puedo levantar.
De pronto el sentido de todo, desapareció.
Ir, venir, viajar, volver, estar, no estarlo, ser, no serlo, nada, nada, importa ni un poquito.
Sin abrazos, demostraciones físicas y sin embargo necesito, me falta, tu presencia, escencia paseándose por la casa, hazte presente, aparécete, háblame, interviene mis sueños, guíame desde allá donde quiera que estés, dime qué hacer, para dónde ir. Ayúdame por favor!!

lunes, 29 de julio de 2013

Para tí mamita.

Querida mamita,
Esta vez eres tu la que emprende un viaje o como tan lindamente dijera el "Angelito" un irse "volando". Volando-viajar para reunirte al fin con Eduardo, Pino, Patricio, mi papá, toda la familia que está del otro lado. Sólo que en este viaje, no nos contaras lo que ves, lo que sientes, saboreas y lees. Y nosotros desde Chile, México y otros confines del mundo, donde estamos los que te queremos, iniciamos ese momento de la vida, en el que nos llenamos de tristeza, honda pena, porque no te veremos más y podria dedicarme a hablar, expresarte todo  lo que te amo, lo que me faltó por decirte, quererte, darte y te juro que nos amanecenos.

Pero en vez, quiero que todos los que no lo sepan o les falta visión, sensibilidad, astucia, se enteren la maravillosa persona que eres y serás.
La escencia de saber conjugar el "misterio del silencio", todo lo contrario a nosotros los Orrego y quizás por eso entraron, entraste, en nuestras vidas. Porque para los que ni con bosal nos podemos quedar callados, resulta tan atractiva la contraparte Sánchez Reyes, la excentricidad, genialidad de todos ustedes, conocerlos, saber (de boca en boca) sobre las historias del Tío Lucho, la Ita Blanca, la Tía Paca, la Sarita Mena, Ita Alice, Eduardo, Pino, Patricio, la Tía Alicia y obvio tú y desde ahora, la Claudita Sánchez, Paloma, las Sánchez Mena, Larraín, Manu y Pasqui.... todos aquellos que se abren al mundo, que desbordan generosidad, que prestan oído, hombro, consejo, silencio, pero nunca, nunca, revelaran todo el misterio, ni tampoco dejaran por escrito o grabación las historias personales.

Ahí tendriamos que ser los extrovertidos, sociables, parlanchines, de los Orrego, los que tomemos nota, con mucha más crema de la original y  narremos los hechos.
Pero además, de "el misterio del silencio", eres y serás nuestra mamá, la mujer-compañera de mi Pá. La que trabajó activamente junto a mi papá en la Unidad Popular, bajo el alero del Partido Comunista, a cargo de la J.A.P. del barrio Lastarria. Después del golpe de Estado partir a México y al retornar, en 1987, colaborar en el Informe Rettig, gracias a nuestro primo Francisco Jiménez.
La mano que le tiende la amiga, María Eugenia Rojas, dándole trabajo en el PIDEE, desde donde tengo el placer de conocer a mi muy querida Licha Ortiz, a mis queridas Paz Rojas, Lina y familia, Enrique Faundez, Geca, María Matilde, Emilia y por suerte, la lista es enorme.

Como verán Blanquita Sánchez, alías "abuelita de batman" es y será una grande, mi, nuestra, madre amada.
Quien junto a mi padre, nos enseñaron a abrir los vinculos lo más lejos posible y abrazar, amar incodicionalmente a la familia, a los amigos, a los Antonito Ibarra. Claudito Morales, Daniela Montanari, Joselo, Maya y familia, Alejandra, Rolando, Mau,  Licha, Angel, Aguizu, Kelly, Germán, Claudia, Fabi, Conejito Viole, Emi, Caco, Maxi, Prisquita, Cael, Nacho, Soco, Bety, Beatriz, Topito, Suki, Gremnlin, Quetzal, Roon, Paty, Diana, Sol, Ricardo.
Reitero hasta el cansancio que te amo, te amamos Pasqui, Coli y Manu, todos, y dejas un vacio enorme, que como dijo el "Juampi", iremos rellenando con nostalgias, recuerdos, sabores, olores, siempres, intensidades, estrellas fugaces.

Y entre nos te digo, que dormir anoche junto a ti, fue lo más hermoso, relajante, que me pasó y recordé la madruagada del terremoto que desde mi cama, tomaditas de la mano, disque durmiendo, esperamos que las replicas desaparecieran, así como los destellos en el cielo. Y estos dos instantes eternos, me hacen sentir que mutuamente nos acurrucamos, arrullamos, como mamá-hija, hija-mamá.

Gracias mamita, te amo.

martes, 23 de julio de 2013

No todos!

Me pregunto si esto pasaría aquí o donde fuera que estuviera,
a veces es en estos instantes que uno descubre que realmente somos muy egoistas los seres humanos, nos aliamos de otros egoistas, individualistas como uno y todo mal.


Unas acciones más que otras, que uno daba por hechas y no ocurrieron, son las que de pronto hacen que uno sienta así,
que el mundo sigue girando lo más bien, sin importar, preguntar, si uno estará bien o mal,
veo el caso de mi hermana, que sus amigas, tampoco han dicho nada y entonces compruebo que es un asunto colectivo.


Todos somos egoístas,
aunque sé que por ahí afuera hay otros que no son así,
que la llevan más de piel, de sentimientos sinceros,
pero qué es lo que te hace liarte justamente con aquellos que no son tan sinceros o que al menos, les da flojera estar preguntandote si estás bien, si estás, si todavía estás.


Es simplemente la frialdad del Cono Sur o será algo masificado a todas partes,
no lo sé, en este instante preciso tengo hasta el momento es un perfil el que se materializa más que el otro, no sé si será a razón de la fe, de que finalmente pasan por casos similares y les llega tanto que son más piadosos, cariñosos, preocupados. Pienso en que no fui al entierro del papá de la Concha, porque no estaba de ánimo, porque me daba pena, pero no fui y ahi entonces uno dice "¿y si se devuelve?" y si es verdad y se devuelve todo aquello que tu tampoco haces....





Entonces Jalisco nunca pierde respondería: "es que antes, cuando yo si hacia, tampoco habia una respuesta directa, frontal, sincera, concreta", entonces ¿que?, no lo sé, por eso la confusión, por eso esta necesidad de plasmarlo aqui, al menos, que más no sea para no continuar taladrando mi cabeza con la idea fija de que tal, cual, aquella, otra, persona, que mostro tanto interes por mi persona, por mi vida, por mis acciones, ahora, en este momento puntual en el que la vida está, debería ella, esa persona en particular, si no estar, al menos preguntar y sin embargo, su silencio quedó estampado en el aire, en mi mente desde el mismo día que mande una carta contándole todo. Y como esa persona en particular, concreta, muchas más que quiren informacion, que piden saber, pero que no la buscan por si mismas, como si no supieran, como si jamas en la vida hubieran pasado por algo asi, que cuando uno está en estas circunstancias, no esta precisamente con ánimo de pasarsela dando informes.


Pero para pensar en eso, sentirlo, actuar, hay que salir del ombligo aquel que nos limita la acción, el movimiento, que la pereza, que mi dolor, mi preocupación, mi trabajo, mi, mi, yo, ombligo y que te lanza al mundo en acción. ¿Existirá en alguna parte?

miércoles, 17 de julio de 2013

Albricias a la vida.

Si existe alguien en el mundo aferrado a vivir, esa es mi mamá.
Mirando desde fuera, ahora que parece que hemos dejado atrás momentos en los que sentimos casi que mi mamá se nos iba, comparo el ímpetu, las ganas, la fortaleza, el entusiasmo por vivir de ella con el de mi padre.
Porque pensandolo bien y mirando desde fuera, mi pairecito amado, al final de sus días, lo que menos quería era seguir sumando ni días, menos meses, años, quería irse, estaba cansado, cansado sobre todo de sufrir, por una cosa u otra pucha que sufrió el caballero. Supongo que el meollo del dolor de mi padre, comienza con su bipolaridad que fue en aumento, a medida que pasaban las décadas, a eso hay que sumarle en la lista de los innumerables dolores, la muerte de su espina, del karma, dígase su hijo mayor, y que en vez de aliviarle la carga con su ausencia, aumento el punzante deseo de ya no estar más.
Supongo (porque no  lo sé ya que no tengo hijos) que será por aquello que dicen que nada más terrible para un padre o madre, que el hijo se vaya antes que ellos y más aún cuando el hijo muere en circunstancias tan malas, como fue el caso de mi hermano Andrés.

Y sigo comparando la fortaleza de mi mamá con la debilidad, el envejecimiento, de mi papá. Aquel hombre hermoso, vigoroso, con el que nos tocó crecer, el que armaba los viajes más increíbles, contaba las historias más entretenidas de su vida, nos llevaba a los lugares más increíbles y hermosos, los paseos por la playa kilometros y kilometros lejos del mundanal ruido o andar en bote él dirigiendo el rumbo y mi mamá y Antonio remando. La energía para pelear, para enrabiarse y adquirir el apodo del "Ogro". La energía para hablar, para hacer de las convicciones la forma de vida de todos quienes lo escuchábamos. Ese era mi padre, el padre joven, energico aunque por edad ya no lo era tanto y sin embargo increíblemente vigoroso, con un hambre e impetú por vivir.... hasta que llegamos a Chile y toda la historia cambio, cambio, cambio, hasta que se murió.

Mientras que mi madre, aquella mujer que al lado de mi padre no tenía voz menos voto, y sin embargo era la que guiaba al capitán andando en auto o a pie, hasta en el autobus con destino a cualquier lugar. La que llevaba en su cartera la vida misma: aspirinas, sueter, comida, anteojos. La que nos ayudo siempre, siempre con las tareas, los trabajos,  a estudiar lo que no nos entraba. La compañera fiel de mi papá, no sumisa, tampoco callada porque cuando podía bien que levantaba la voz y bueno, mi papá la hacía callar, pero siempre muy por debajo de la energía y voz de mando de mi papá. Y sin embargo todos los años que vivieron juntos, con sus cosas buenas y malas, el amor de ellos intenso, intensisimo, duró y duró hasta que mi papá se fue. Y que todos pensamos que la vida de ella pasaría a cero, que querría morirse, porque su razón vital, la permanencia en la tierra, ya no estaba.

Y aqui estamos, aferrada, aferrada y gustosa con esta vida sin él, esa vida que todos consideramos tan "aburrida o fome", pero que a ella sin duda, le gusta tanto. La monotonía de leer el diario todas las mañanas, después del desayuno, más tarde las revistas, el libro que este siguiendo, en la noche la Tv, los programas y series. Sin mucha posibilidad de salida producto de tanto cigarrillo y pienso, yo en su caso, con el pidulle que me caracteriza, no sé, no sé, realmente no sé si tendría tantas ganas de quedarme en esta vida.... lo bueno, lo increible es que ella, mi madre si, y gracias a esa energía, a ese impetú por seguir leyendo el diario, ver a sus nietas, a nosotras, leer, ver la TV, es que nuevamente le ha doblado la mano a la mala suerte, que a toda costa quiere llevarsela.
Realmente que mi mamacita chula, es una mujer admirable, de luchar tanto, tanto, tanto, por mantenerse con vida, para darnos una nueva oportunidad a nosotras sus hijas, de aprovecharla, quererla, cuidarla, como merece.
Albricias Mamita linda y querida!!!

viernes, 12 de julio de 2013

El cordón umbilical.

No sé si tengo más miedo o pena,
si tuviera que elegir qué hacer,
no sé si estallar en lágrimas, gritos, llantos
o simplemente aferrarme a algo, alguien y esperar sentirme protegida.

Tengo, quiero, tengo, quiero, pensar positivo,
buscar una luz en el camino que me devuelva la fe, la seguridad, al menos la confianza,
de que como en otras ocasiones esto pasará, pasará, pasará...

Y volveremos,
volver,
volver a lo de antes,
a sabiendas que el tiempo no regresa,
al antes con la mayor dulzura,
con todo el amor ,
al antes de todo.

domingo, 30 de junio de 2013

Matar el amor.

Que inmensamente absurda esta intensidad,
mi intensidad,
todo esto,
no menor: este par de miradas.

Sin restar valor, querido mío, la experiencia dice no poder creer,
el sufrimiento por la intensidad,
al verse friamente,
descubre la simpleza intensa del hecho.


Tengo extrañamiento por matarte,
matar la belleza de ese instante eterno,
la necesidad de amor tan fuerte,
no permite el disfrute al igual que otros.

Ese instante contigo,
mi instante contingo,
convierte el dolor del amor,
en algo eterno.

Matar, matarte, matarnos, matar
la muerte de ese instante de felicidad,
sin disfrute eterno,
necesidad de más y más,
desespero.

Y el sufrimiento por ese instante presente,
observa desde los rincones,
el momento que no llegara,
y en cambio, morirá.