domingo, 30 de junio de 2013

Matar el amor.

Que inmensamente absurda esta intensidad,
mi intensidad,
todo esto,
no menor: este par de miradas.

Sin restar valor, querido mío, la experiencia dice no poder creer,
el sufrimiento por la intensidad,
al verse friamente,
descubre la simpleza intensa del hecho.


Tengo extrañamiento por matarte,
matar la belleza de ese instante eterno,
la necesidad de amor tan fuerte,
no permite el disfrute al igual que otros.

Ese instante contigo,
mi instante contingo,
convierte el dolor del amor,
en algo eterno.

Matar, matarte, matarnos, matar
la muerte de ese instante de felicidad,
sin disfrute eterno,
necesidad de más y más,
desespero.

Y el sufrimiento por ese instante presente,
observa desde los rincones,
el momento que no llegara,
y en cambio, morirá.

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