jueves, 30 de marzo de 2017

Sublimaciones.

Ni bien apareció, comenzó a danzar, danzar, caminar, pasearse, de ida y de vuelta, de vuelta y corrida. 
Estaba ahí, en mi mente y quería salirse por la boca. Lo atrapé entre mi lengua y dientes, no sales, no sales, no sales. 
Nuevamente comenzó a pasearse, pasear por todas y cada una de mis neuronas, dio un par de vueltas, fue y volvió, paseo, paseo y se detuvo y a pasear de nuevo. 
La lengua quería escupirlo, pero no, siguió paseándose y paseándose, una, dos, otra vez, una, dos, vuelta y a correr. 
Hasta que tuvo forma, consistencia, se hizo idea. 
Y al pronunciarlo con todas sus letras, una por una, dándole sentido a cada una de esas letras, a esa idea, una palabra, una frase, emocionarse con el sentido de esa frase. 
Y se escapó, se salió sin control, haciéndose sonido en el aire y al escucharlo, entenderlo, sentirlo: Desapareció instantáneamente.

sábado, 11 de marzo de 2017

El ángel que se fue al cielo.


En mi cruzada nostálgica,
amanezco este sábado de marzo,
enterándome que el Paparra ha partido.
Y en esa nueva ausencia,
no puedo detener a las añoranzas.

Añoranzas por los ayeres,
por mis ausentes,
que en la memoria llevo.

Las muertes hace tiempo que no me sientan bien,
quizás porque a cierta altura de vida recorrida,
miramos hacia atrás, más veces que pa delante,
al menos a mí me pasa,
camino con la vista adelante
pero mirando hacia atrás,
a mi atrás de hace tiempo ya.

Añoranza de ayer,
de mirar a mis ausentes,
a mis atrás,
buscar y encontrarme.
Encontrar el atrás,
el inicio del rito,
el juramento de amor... eterno.

Eterno amor a México
y la vida transitada allí,
con mis ellos, ellas, tu, él.

Y después,
cuando todo aquello contenido en la burbuja de mi vida nostálgica,
sucede,
transcurre pero no sucumbe,
siempre presente, firme, constante,
repienso, remuevo, rencoro,
para volver amar.

Y en esas nostalgias por la vida,
recorrida, vivida,
surgen siempre latentes,
las muertes,
de mis vivos amados,
transformados en ausentes ensoñados.

Muertes de los que aferrados a la vida,
quisieran seguir viviendo y haciendo,
haciendo y viviendo,
injusta suerte o decisión,
que quita corazón a quienes quieren latir,
colmando de vida a quienes malviven,
malaman, malquieren,
malos, malas, mal.

Manucita, mi sisterna acertó,
como suele hacer,
en aquello que ocurre a veces,
de los regalos,
de permitir abrazar, querer, abrazar
y amar simple y casualmente al ser amado.
Esa persona que quiere vivir,
vivir, cantar, escribir, leer, vivir.

Regalos que aprecian,
los que no los reciben
o a los que les faltó tiempo,
para reconocer una despedida,
recuperar el tiempo que se va.

Atraparse en abrazos de instantes alargados en verano,
de quererse y proteger en invierno,
acariciar y cuidar en primavera
y volver abrazar, amar, querer, cuidar en otoño.
Abrazar, querer, amar,
rememorar carita, acariciar,
manos, calidez,  abrazar,
querer abrazar, acariciar,
a los amados que se despiden.

La despedida es difícil de identificar
y los que no la distinguen,
creen que tendrán otra oportunidad,
donde usar todos los instantes de un minuto,
de las horas y los años,
pa no quedarse con el vacio hueco,
con el alma suspirante
y el corazón nostalgiado por siempre jamás.

jueves, 2 de marzo de 2017

Soñar contigo.


La sensación maravillosa de despertar constatando que soñé contigo,
no puedo evitar sentirla sublime
y si a eso le sumamos, 
que justamente hoy,
hace un mes que te conocí,
viniendo de mi subconsciente,
no puedo dejar de preguntarme ¿qué significará?

¿Nada?
¿Todo?
¿Simplemente mi cabeza es tan inteligente que atesora los mejores momentos vividos en el último tiempo?
aquellas evocaciones,
que aunque efímeras,
fueron más que importantes
y la fuerza vital de la vida,
de estar viva,
de sentir, me las regala trayéndolas de vuelta hacia mi.
¿es eso?

El día entero tengo para pensar,
mientras por ahora,
me entretengo en volver a rememorar el sueño,
a ti, tanto que me gustas,
tanto, tantísimo que me gustas
y mi sueño,
que cosa más linda,
todo lo que en la realidad no se dió,
en mi mundo paralelo sí.

Tan romántico como me gusta,
hermoso, detalles para lanzar por la ventana,
aquello que es el enamoramiento gradual de uno por el otra y de la otra por el uno,
apenas miradas,
un poco de contacto de piel a piel,
más miradas,
sonrisas, la tuya por sobre todo que es soberanamente hermosa,
ratoncito hermoso.

Gracias nuevo mes del año,
que me das este regalo,
rescatando del inconsciente lo más diáfano,
amoroso, romántico, sensible,
para que al cerrar y abrir los ojos,
tan solo tu,
tan solo yo,
transitemos en este escenario.