viernes, 25 de abril de 2014

Desagrado.

Me cuesta y costará muchooooo entender que aquello que sabes que no es de fiar,
que ya descubriste su verdadera esencia,
lo mejor es tenerlos lejos.
Una parte de mi sabe que es lo mejor,
lo pienso y lo digo pero no es suficiente
lo repito mientras inhalo y exhalo,
no es que quiera correr y cambiar los hechos,
sino que soy lo que soy y me cuesta costatar que no queda nada,
que quizás nunca hubo nada.

Inhalar y exhalar varias veces,
mientras traslado la idea hasta mi mente,
mejor es no verse en siglos si es posible,
para aplacar este desasociego,
esta inquietud, este desagrado,
de querer enojarse, gritar y llorar.

Desagrado,
constatarlo,
mientras la cabeza se llena de ideas, interrogantes,
¿será pesimismo lo que siento?
se suceden cosas que recuestionan todo,
la amistad ¿existe? ¿saben lo que es ser amigo?
Dudas,
Desagrado, malestar y dudas.

Escribir,
reflexionar,
buscar las ideas justas para liberar lo que siente mi corazón,
como hablar con los CRA,
los amigos de verdad.

Escribir,
reflexionar,
mirar las cosas desde todos los costados posibles,
tranquilizando el alma, buscando una salida,
una puertecita para que entre el sol, la luz, la razón, la calidez.

Frío,
frío de dudas de todo,
la vida, mi vida, estar, lo que soy, lo que tengo, lo que no,
lo que busco, lo que ya sé que perdí y no recuperaré,
momentos de desagrado,
cuestionar todo
pero Topito Tapas maulla a lo lejos, 
lo abrazo para recuperar calidez,
horizonte, razón, sentido......

domingo, 20 de abril de 2014

En el aire.

Ayer desde que amaneció y en el transcurso del día, estuviste impregnada en el aire. Todo te recordaba, los momentos más lindos vividos juntos en México, episodios de la infancia que se mezclan con fotos, creencias de recordarlas por vividas o por contadas, hasta los últimos días antes que te fueras.

Será también que ayer era justo un sábado antes de que cumplas nueve meses lejos de nosotras y como bien dice la Manu, ocurre siempre, siempre, -que uno lo agradece-, porque en ese apretuje de estómago, está el recordatorio fresquito aunque sea para sumar tu ausencia. Y aunque todos los meses se instala un alo de tristeza, hay veces que son infinitamente nostálgicos, otros como en febrero cuando estuve en México y ayer, que estás presente en el aire, acompañándonos, volando sobre nuestras cabezas, convirtiéndote en el aire que respiramos.

Y fue con esa sensación que nos trasladamos al centro, la Pasqui, la Manu y yo, en una salida de "las tres gracias", para ver la exposición de Sergio Larraín. Y aunque nunca volvimos juntos al Bellas Artes, que porque las escaleras, que porque el oxigeno, que porque nos daba lata, que porque miles de razones, ayer sentí más que el resto del día, que estabas ahí, Mamita linda. Que por sobre todas las cosas, era más tu lugar que el de ninguna de nosotras, que al fin tu se llevaba a cabo la tan ansiada exposición de tu querido Sergio Larraín,
Porque lo que sabemos de él, es por tí, por las innumerables historias que siempre nos contaste, tu admiración y cariño, el vinculo, la ensoñación con la que te referías de él. Y aunque sin ti, que habría sido tanto más interesante y aleccionador tenerte ahí y  preguntarte tantas, tantisimas cosas, preguntas que saltan a la mente, enfrentarse a esas fotos, momentos, bellezas y ponerle nombre y fecha a esas imágenes, con las que uno se cruzó en algún momento de la vida y yo al menos, confundía con las de Antonio Quintana.

También será que las fotos en blanco y negro tienen una poesía personal, intima, única, una capacidad de mostrarte tantos detalles, pequeñeses y grandeses inadvertida que de pronto le otorgan una lógica y sin buscarlo un por qué a esos momentos congelados. Y en ese blanco y negro, aunque los colores no estén presentes (que ni falta que hacen), la imaginación le otorga el tono como deben haber sido.
Y es que en lo personal, las fotos blanco y negro, me evocan México, al cine mexicano, las peliculas del cine de oro mexicano, entonces era un apretuje emocional entre por ti, por las imágenes y por México. Como verás un día intenso en sentimientos, nostalgias, recuerdos, bellezas, hermosuras y lo más lindo, tus tres gracias juntitas y tu, volando en el aire.
 

martes, 15 de abril de 2014

Y volvió a ocurrir.

Y volvió a ocurrir,
al principió le resté importancia,
que se daría cuenta que no fue culpa de nadie, sino que un accidente,
donde las dos salimos perjudicadas,
ella porque los lindos regalos enviados a través mío, no los pudo entregar
y yo porque todos los que eran para mí se perdieron...

Pero no fue así,
tras escribirle, quizás de golpe, porque pensé que ya lo había hecho,
contarle las cosas tal y como fueron,
solo recibí por respuesta una incognita "es broma verdad?"
y después de eso...
días y días sumados sin volver a saber de ella.

Volví a escribirle,
hacerle entender que fue una fatalidad,
un accidente, donde las dos salimos perjudicadas,
nuevamente sin respuesta
y entonces todo volvió a ocurrir...

Cuestionarme para atrás y delante qué era lo importante aquí ¿la amistad o convertirme en la emisaria de regalos?
¿Había realmente amistad?
¿Amistad? Aquella que perdona todo y mas que nada los accidentes.
Pero ocurre que aunque sea la amiga más querida,
la de mis queridos años en Guadalajara, mi ciudad y gente ensoñada,
la que estuvo conmigo todo ese tiempo y me acompañó a todas esas partes,
a la que mantuve durante años en la burbuja de cristal de mi amor,
de los sentimientos más hondos, sinceros y profundos,
sumado supongo al cansancio que produce la vida misma,
los años recorridos fuera del lugar ensoñado,
hacen que alguna vez una,
alguna vez y por todas,
ya no tenga capacidad de aguante,
sentir que quizás no era mi amistad lo más importante.

Quizás la experiencia sumada a las primeras reacciones,
hacen sentir como que en realidad nada es para tanto,
ni para darse por todo, ni para entregarse para todo y que si no puede entender, 
si el enojo, la furia, el pensar que quizás soy la persona más incompetente, es causa suficiente para castigarme con silencio,
próximamente con su olvido pese a todo, todo, todo.
Entonces sin necesidad de escribir,
aclarar, decir, trasmitir,
efectivamente nada era tanto...
Por ahí lo dije hace 9 meses: "después de la muerte de mi mamá, casi todo o todo, dejo de tener peso e importancia".

miércoles, 9 de abril de 2014

El arte de saber ver.

Por ahí alguien me dijo que sólo algunos tienen la capacidad de ver, verte, mirarte, observar, descubrir que existes, estás....
revelar que hace tanto, tantísimo tiempo te paseas por este mundo, que eres, existes, piensas, fundamentalmente eres.

Y ese don, sólo lo tienen quienes logran hallarte entre la masa,
que algo de ti le cause curiosidad,
que al mirarte se encandile
y sin embargo, repita la experiencia,
enfocas la vista, el ojo, el objetivo y vuelves a exhibir aquello o aquella que viste....

Y aunque pasen días, meses, años,
cada que te vuelva a encontrar, volverá a ver, verte, mirarte, observarte, como aquella primera vez... y si además aquel que te vió es mirado, visto, observado por ti, el conjuro será perfecto.

Así descubro,
tras tantos, tantos, años,
que quizás forcé la vista,
obligué a mis ojos a mirar lo que no existía
con la urgencia que ese objeto observado equivocamente,
replicara y me encontrara, viera, verme, observar, afilar el objetivo,
a creer que me veían,
nos veíamos,
me observaba, nos observábamos,
descubría que era yo entre todas las mujeres, la única, la mejor, la única....
encegueciéndose por la visión, el cruce de miradas, ante la visión de ser yo y no otra.....

Porque los gestos, actitudes físicas, develan innevitablemente,
que esa persona por quien agudizaste la vista, viste, observaste, descubriste en medio de la masa, no es la persona.
No es el verdadero objeto a ver, observar, mirar...
porque no logra enfocar y no te ve, no te observa, ve pero no te observa...

Los burdos lo tildaran de amiga del alma,
amiga de toda la vida,
olvidando, que alguna vez aunque no te vieron, algo existió....

Y de pronto, aunque triste,
la claridad se llena de sol al saber ver,
descartando a zancadas largas un listononón de seres que pensaste eran,
por los que sufriste, justamente..........porque no te veían.....

lunes, 7 de abril de 2014

Desiluciones...

Alguna vez alguien me dijo, seguramente mi hermano Antonio, que tenía que llegar el momento en el que comenzara a romper las ilusiones y me hiciera cargo de la realidad, del mundo de verdad. Pero ocurrió justamente en este viaje de eterno "regreso" a mi amada Guadalajara, que aquellas emociones, sentimientos, sensaciones provenientes del corazón, los más importantes, los fundamentales al menos para mi,  demostraron que la perseverancia que otros tacharon de "quedada", daban frutos.

El tema es que los frutos no necesariamente eran los que yo esperaba, pero fructiferaron, sumaron, ya no son sentimientos, sensaciones, momentos, atesorados, guardados, encapsulados en mi burbuja de cristal solo apta para mis "mexicanos", sino que ahora aparecían, enfrentándose a mi, a la vida actual y demostrandome o al menos así lo entiendo, que quizás no fue tan malo quedarme pegada, quedada, ensoñando por ellos, con ellos o sus espiritus o sus esencias clavadas en mi y volando en el aire que me rodeaba.

Pero en la intensidad que me caracteriza, hubo un evento en particular, que fue decidor, marcador y que a la vez me produjo un gran desazón, frustración, dolor, desilución. Que es el amor.
Podrá sonar absurdo, sobre todo por los añales a los que se remite el motivo de mi dolor.... pero sabiendo que no soy una persona igual a nadie, espacio que me ha costado la vida que he recorrido, las carencias sentimentales, maravillas vividas, ensoñadas, lloradas, la abundancia de amigos.... y por eso es que desde que regresé de Guadalajara muchos veintes han ido cayendo en mi mente y corazón. Porque aunque aquellas las ilusiones, sueños, ensoñaciones, por tantos, tantísimos años atesoradas, algunas dieron frutos, otras no y en cambio produjeron la sensación de pérdida, desorientación y tristeza que arrastro...

Porque al final de cuentas mi primer amor, aquel chico del que me enamoré cuando tenía entre 10 u 12 años, sentimiento que atesore, congele, guarde, en mi corazón, en mi mente durante todos estos años, cuando casualmente volví a reencontrarmelo, tras viajar a Guadalajara tantas veces, pasear por las mismas calles, la primaria, camino a su casa, la ruta que hacía en bici, con el único afán de volver a encontrarmelo...... ocurre primero que nada cuando las esperanzas había comenzado a desinflarse y quizás por eso mismo fue tan maravilloso y lo agradezco, agradezco a la casualidad, a la intervención del destino, de la providencia que se apiadó de esta supersticiosa, que hizo encontrarme de una vez con mis dos mejores amigos y además mi primer amor.

El pero está en que eso tan dificil de explicar con palabras y que se esparce por el aire con tanta facilidad, que hace decantar o naufragar un sentimiento, el recuerdo que tenías de algo, de alguien y que cuando descubres que no todo era como tu creías, hay algo en el aire indescriptible pero con aroma a que lo que tu eres capaz de ver más allá del tiempo, reencontrar rostros, miradas, rostros por los que han pasado al menos tres décadas y sin embargo para tí siguen siendo las mismas caras, los mismos gestos, la misma profundidad de seres y en la devolución de esa sensación, sabes bien que ellos no te vieron, no te ven, no descubren en ti a la persona que siempre has sido....... porque ellos no saben mirar.
Porque al final de cuentas mi primer amor no era el primer hombre que me veía, que me vió y me descubrió.... era tan solo un chico lindo, muy lindo, mujeriego hasta más no poder, que todas las oportunidades las tomaba.... 
Lamentablemente habrá un mucho de eso que si no eres perfecta en el cánon de belleza y además tienes un defecto en la cara, que en la infancia no tenías, la manera en que te miran sin verte, que te observan sin encontrarte, es tal cual, lo que ellos ven con los defectos actuales no es la persona de antes, aunque una sienta que sigue siendo y será la misma por siempre....

Porque para mi primer amor, era y soy y seré, el lugar cálido, agradable, al cual regresar cada que su mundo continúa agitándose en negativo... Por eso vuelve...
Por eso volviste tantas veces.... porque necesitabas cariño, aliento, aunque en ese reencuentro no nos dijeramos nada, tan solo mi felicidad por verte, vernos, mirarte desde la puerta de mi casa hasta tu bici. Porque yo pertenecía, pertenezco, a la época y al mundo infantil, sin complicaciones, que tuviste y que ya sin poder regresar al regazo de tu madre, la que te decía "Toto", tornabas hacia mi. Pero no era a mi, a yo, a tu novia, a la que buscabas, a mi, a Colomba la que te encapsuló todos estos años en el casillero de lo más preciado, del primer amor, mi amor, el primero que me había visto.... y esa constatación, la mirada, tus actos, tus palabras por escrito, lo que manifiesta que nunca me viste, nunca descubriste nada particular, único en mi, quizás porque no sabes encontrarlo en nadie..... pero el desencuentro de la ilusión con la realidad, golpea fuerte, fuerte, porque ya sin la esperanza de reencontrarte y continuar, me quedo vacía, sola, sin un sueño al que aferrarme, para darle un sentido, camino, ruta, a mi vida...........