domingo, 31 de diciembre de 2017

Eres el volumen de mi corazón!!!

No te asustes,
no espero nada de ti
y sin embargo en días como ayer,
tu presencia, el abrazo, la sonrisa, el beso,
la alegría invade la vida,
el ayer, ahora, mañana, muchos más mañanas más....hasta volver a verte.


Y si no te veo,
no importa,
estás en mi siempre,
te llevo en el corazón cada que late,
en las nostalgias por todo lo vivido,
en la esperanza de un próximo encuentro,
la imaginación acelerándose por ti,
las nostalgias,
en el día, a la tarde, todas las noches para soñarte.


Ahora mis nostalgias remiten a ti,
a las contigo,
a las creadas de ti sin ti,
solo basta con cerrar los ojos y viajar hasta aquellos momentos,
pensarte en imágenes,
en persona, sentir tu presencia,
oler tu aroma,
el sonido de tu voz
y siempre repetir el pensarte, quererte, enamorarte.


Gracias por conocerte,
alegrarme la vida,
llenarme de vida,
de energía y creatividad,
de escribir y escribir,
aunque a veces no te guste,
sientas debo pulir.

Mientras tanto, 
escribo, escribo, escribo, pienso, canto, bailo, porque existes, porque te amo, porque te enamoro....

jueves, 7 de diciembre de 2017

Extraña tristeza.

¿Por qué tengo esta sensación de pena? 
Porque nunca más volveremos a estar juntos, una tarde completa.
Porque a pesar de darle tanto, él no tiene un gesto cariñoso, cálido conmigo. 


Tengo el pecho apretado, podría llorar. 
Quizás es por haber vivido horas tan intensas. 
No lo sé. 

Y sin embargo nos abrazamos, (me abrazó) dos veces, al despedirnos. 
Hay tantas cosas que no tienen el peso de antes, que ya no me pesan, ni duelen como antes. Algunas  que ya no sé, tampoco si importan, se las llevó el tiempo, el olvido y me quedé con lo poco bueno.

Sólo constato que pasara mucho tiempo antes que volvamos a estar como hoy, como aquella otra tarde, como aquellas dos otras añejas e inolvidables tardes, en que estábamos los dos solos, en esa indefinición amorosa, amistosa, sexual, que no se concreta, tampoco sé si quiero se defina.


Pero en esencia y sé que por eso todas estas sensaciones, él es mi primera relación, vínculo, nexo, que vuelvo a tener con un hombre. Un hombre que me gusta, mueve, enoja, perturba, que a veces muchas me hace reír, con el que pasé momentos divertidos, entretenidos, muchas peleas. Otra nueva relación que se irá sumando con las otras, atrás. Él sí es real, bueno o malo, pero es real como la interacción que entre los dos sucede. 


No es la relación ideal, no es la que quiero para vivir, realmente espero sacar lo malo, aprender de todo lo sucedido y no repetir patrones, en espera que algún día, logre tener una relación sana y feliz con otro alguien.


Mientras tanto, me quedo con los recuerdos, sensaciones, nostalgias, por todo lo que me hizo sentir, por lo que pudo haber sido, lo que se pudo, lo que hay y lo que no será. Es mi despedida, él se irá y ayer fue la última vez que pudimos estar solos, volver a estar juntos y solos en esa casa, en cualquiera de sus rincones....aquella exaltación energética por estar a su lado, tocarlo, tocar todas las veces queridas su piel, su pelo, verlo dormir. Lo quiero, le tengo tanto cariño, se metió en la vida, en la mía y ese pedazo que ocupa, que no es pequeño, lo va a extrañar siempre, pese a todo, siempre te voy a echar de menos.


A lo mejor no he terminado de echarlo de menos y ya está de vuelta. 
Nunca nada volverá a ser como antes, no estaremos en las mismas circunstancias, él vendrá a ratos, no tendremos su casa, aquel espacio posible para estar juntos y solos. Nunca más, nada, será como antes. No puedo saber si él está consciente de eso, yo sí y creo que un poco de esa certeza es la causante de esta pena, de este dolor, de constatar que ayer 6 miércoles del 2017 no volverá a repetirse nunca más.


Te pido vida que me dejes ser feliz, 
me liberes de las pesadas alas de lo que no fue, 
aprender simplemente a recordar 
y concentrar la energía y el corazón en mirar hacia delante.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Y la decepción se apoderó de todo.

La mirada buscaba 
y al mismo tiempo,
dejaba de hacerlo,
no estaba para que mis ojos lo vieran.

Demoré el momento,
jugando a extender ese instante,
mintiéndome y calmando la palpitación.

Lo reconocí de inmediato.
mis ojos se clavaban en su espalda,
lo distinguí entre la multitud,
lo vi y temblé,
la piel se erizó 
y escapé rauda de ahí.


Intentar iniciar la ruta en sentido contrario,
negar las palpitaciones,
el aceleramiento corazonal,
la respiración álgida
y por la mente sólo cruzaban imágenes,
las suyas.

Detenerme en sus ojos,
en el color de su piel,
y volví,
intentando no repetir los pasos,
caminando hacia atrás si era preciso,
distraer vista y pensamientos.

Hasta que me encontré con su mirada, 
jugando a alejarme,
que no me interesaba,
caminé mientras soñaba, que sus ojos se clavaban en mi espalda.


¿Existe realmente el encuentro?
mi parte mentirosa engañó la tensión,
negando y esperando,
busqué manera de hacerme saber presente,
ahí, casi al frente suyo,
él en cambio solo levantó la mano como quien solicita la cuenta, 
para perder la vista, en otro punto más relevante que mi presencia.


En ese instante comenzó la decepción,
haciéndome cómplice del juego trivial,
adolecida por la perdida de ilusión,
sintiendo la fuerza del viento,
llevándose de mi todo, todo,
ensoñación, alegría, amor, amore.

No lo permitas por favor,
no dejes que su fuerza de viento poderoso, supere a la mía,
quedarme sin esperanzas,

sería lo más cercano a ya no vivir....