lunes, 26 de enero de 2015

Olvidando - recordando.

Olvidando - recordando,
el próximo viernes cumpliré un año desde que volví a México.

Volví sin mis padres, 
guardados en las nostalgias, en los recuerdos, en miles de imágenes, 
ya no presentes, 
ya no esperándome en casa para que les trajera novedades e historias.

En ese viaje perdí y encontré amigos de infancia y adolescencia
sobre todo los perdí, 
así como también la ilusión de los amigos para siempre,
aquellos que sólo se encontraban en Guadalajara, Jalisco, México.

Perdí a mis amigas de la secundaria,
a mi querida amiga Conchita, 
la que pensé era mi mejor, mejor, amiga, 
de las que ni la distancia, 
ni los años, ni la vida que hagas,
puede evitar que los lazos sólidos de un verdadero cariño, 
una amistad sincera, 
pueden romper, destruir, borrar. 
Y sin embargo me borró, rompió y destruyó.

Me reencontré con Mario y Guillermo,
mis queridos amigos de la primaria,
de forma casual,
iluminaron mis días cuando ya ni la luz de los faroles alumbraba,
fui feliz,
muy feliz, volvi a pensar, soñar, ilusionarme,
pero ya no existían los tiempos de la verdadera amistad.

Y desde que regresé,
no volvi a ser más Colomba la especial, la distinta,
la única, la inmortal, perteneciente al club de Los Cinco,
una de Los cinco,
creo que todo comenzó cuando me quedé sin mis papás,
y abruptamente dejamos de ser cinco, para pasar a ser tres, casi siempre dos.

Ya no soy la de antes,
perdi mis poderes,
soy mortal, humana, marciana también,
así como perfecta victima de enfermedades, 
males, dolencias, envejecimiento.

Y aunque en primera los ojos no puede evitar llenarse de lágrimas,  
me quedo con el pensamiento que ya era hora de tocar tierra firme,
y descubrir que después de todo,
lo único certero,
sincero, fiel que tengo es:
Yo,
Mi,
C.A.
mis compañeros de vida,
los C.A.
mi C. A., constante, paralelo, interior, intimo, privado y azul. 

miércoles, 14 de enero de 2015

Descubrimientos.

He descubierto,
obvio de trillado,
que mil veces mejor,
es no dejar de ser una misma,
lanzarse a los brazos de la espontaneidad...

He descubierto,
entendido más bien,
que coartar acciones,
más de las veces,
además de dejarte con las ganas,
de lo que tu esencia grita por dentro,
lentamente enegrece el alma y corazón.

Prefiero ser la vieja loca,
la tia loca,
la hija del viejo loco,
que también heredó su locura,
a que la gente piense todo eso y además me tilde de amargada.
Que me importa un sorete lo que diga la gente,
pero si de verdad soy loca,
porque demuestro lo que pienso, lo que siento,
no lo callo sino que lo grito,
no dejo de abrazar por no importunar,
al menos sé que en mi alma y corazón, 
no existirá espacio para la negrura de los sentimientos pequeños,
de los egoismos ratones porque los otros no dan lo que yo envió,
contados con los dedos de una mano,
los que pueden gritar a viva voz,
que de los otros reciben todo y cuanto esperaban.

O quizás esperaban tan poco.........
yo espero mil
y mientras el mundo se decida a darmelo,
lo entregaré en chorrocientos, infinitos de miles.

sábado, 3 de enero de 2015

La Quetzi.

¿Cómo olvidarte?
Tantas historias compartidas en conjunto,
en familia,
los cinco y su Quetzi.

La memoria sigue latiendo,
como el corazón,
las nostalgias en común,
la vida,
los amores....

Guadalajara,
Gregorio Dávila,
México,
el viaje de regreso,
Santiago,
casa de los abuelos,
Moneda,
hasta llegar a Valenzuela Castillo,
nuestra tú última morada...

El patio,
tu tumba,
la bugambilia que creció y floreció,
sobre tu corazón,
el amor que te llevaste,
que nos dejaste vacios,
pero la memoria
y la belleza del rojo -violeta,
de la bugui,
recuerda todos los días de la vida,
que tu estás,
estás y estarás siempre....