sábado, 28 de enero de 2017

Fallar.

No puedo sacar de mi mente la idea que les fallé,
a ti mamita y a ti papito,
después de tanto pedirle a Diosito que me dejara morir antes que ustedes,
ya que sin ustedes a mi lado la vida sería tan gris, tan triste,
y sin embargo sucedió que se fueron y me quedé,
me quedé sola porque comprendí que ustedes se habían convertido,
por las razones que fueran,
en mi vida, en la única razón, motor de vida.

Por alguna razón de tanto en tanto, vuelvo a sentir un vacio hondo, una pena profunda, un dolor en el pecho, como aquel que sentía cuando chica, cuando pensaba en la muerte, en ese negro que teñia toda mi vida y en el que no estaban ustedes.

Ese vacio que daba la idea de su ausencia
y que finalmente hoy estoy viviendo,
además de la culpas por sentir que después de tanto pedir estar a su lado,
mientras me era concedida la solicitud,
no estuve a la altura de las circunstancias,
no fui quien debi ser.

Cuentas impagas.

Soñé que me permitias finalmente bañarte, 
hacer el servicio que tanto te cansaba y que tanto prometí que haría si tu salías con vida del hospital.
Siento que eres tu realmente tu, 
quien me da este cariñito desde donde estás, 
te lo agradezco mamita linda y al mismo tiempo me doy cuenta que en realidad tu sí que fuiste una mujer buena, 
una madre excepcional porque nos quisiste con todos nuestros defectos y virtudes siempre, siempre. 
Nos aceptaste como éramos, 
nos querias, 
eras incondicional nuestra siempre. 
Y eso además de hacer que te admire y quiera más, nuevamente marca la diferencia de lo que yo no soy, 
ni he sido y sobre todo no fui con ustedes, 
contigo ni con mi papá. 
Las culpas para la espalda, seguirán penando en mi mientras viva esté, 
es el castigo que elijo o que la vida me da para pagar el error enorme de no haber visto jamás de los nuncas la cantidad de señales y  oportunidades que ustedes y la vida me daban.

martes, 24 de enero de 2017

30 años.

Diez mil novecientos cincuenta días de vida transcurrida,
en un tiempo de a cinco,
hoy de a tres,
aunque de todos los días,
tan solo quedamos dos....

Existencia en la que siento,
el baúl liviano de las pertenencias,
del árbol a plantar,
de la tierra para morir,

el lugar para siempre jamás.

Y sin embargo,
aquel espacio que sí existió único e irrepetible,
que ya sólo late en mi corazón,
guardará por siempre jamás,
lleno, repleto,
las imágenes, los aromas, colores, sabores.

Treinta años,
tres décadas de tiempo transcurrido,
de vida existida,
momentos, aire, vientos volados....

martes, 3 de enero de 2017

La Quetzi.


En un día como hoy hace 26 años ocurrió todo lo que pasó 
y dejaste de estar con nosotros..... 
de aquellos suspensos existenciales que uno querría que duraran mil millones de años, 
porque no hay palabras, 
que puedan detallar el vacío, 
el dolor que deja algo así.

Y con ese vacío y esa incertidumbre,
hoy sumamos un año más,
lo malo de lo bueno, creo yo, 

es que exista la memoria, para continuar recordándote, 
trayéndote un instante hasta aquí y mientras escribo, 
te pienso y rememoro todos los momentos que sumamos historia.
Besitos mi querida perrita, 

que ahora entre cosa y cosa, 
estás allá con mis pairecitos amados.