domingo, 30 de diciembre de 2012

Momentos.

Tenías razón Nachito, no sé si justamente por navidad y año nuevo, para mí más por la magia del año nuevo, de cambiar de un año al otro y sobre todo, por la magia, ese aire especial único y sublime que provoca pensar en las "vacaciones".

Esa brisa fresca que corre,
que transporta a la playa, a la casa en la playa de los abuelos,
quizás más lejos todavía a Guadalajara, a los viajes maravillosos en compañía de mis padres,
al simple y hermoso hecho de viajar, salir, salir, viajar, contemplar a través de la ventana de un auto, un autobus, un avión, tren, barco, otro sol, un cielo más azul y con las nubes más pomposas, blandas y blancas. Descubrir otros paisajes, gentes, aromas, colores, sabores, placeres.

Será porque lo necesito con locura,
porque salir, viajar, buscar, encontrar, ver, observar, silencio, mucho silencio, un poco de gente, mucho silencio, pensar, leer, escribir, lo requiero con URGENCIA.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Hastío.

Hastiada de que mis palabras, ideas, pensamientos lanzados al aire, se diluyan en él sin que nadie, nada, nada, los atrape.
Cansada de aburrida, por aquellas miradas de arriba a abajo, seudo discretas, que te pesan a precio de huevo.
Decepcionada por todas las personas que simplemente se cruzan en mis ojos, sin atreverse a traspasar me, sus ideas, pensamientos, sentimientos, sensaciones, aromas, colores, sabores, que llenan de ilusiones platónicas, irreales que duelen, lastiman el alma, los sueños, las ganas de, los anhelos por...
Te odio,
Los odio,
Las odio, cada instante más continuo en la vida.

Dejen de acercarse, contemplar, mirar, observar, sino van a tocar, saborear, conversar, conocer. No se acerquen más, no me permitas SER Todo Poderoso, mirarlos, contemplarles, permitirles el paso a mi vida, corazón, alma, ilusiones. Cerrarles todas las puertas y ventanas.

No más decepciones por ensoñaciones inconcretas ¿creerán que soy como ellos? ¿que no siento, ni sumo, ni lloro? Todas las aperturas en vía directa a mi corazón, persona, aromas, sabores, colores, la esencia misma de lo que soy, siente, sufre, goza, ríe, ensoña, llora, se alegra, con todas esas personas, aromas, sensaciones, ojos, miradas, contactos que aparecen camino a irse..... váyanse, váyanse....

Pasen de largo, sin tocar, no miren.
Sigan su camino sin curiosidad...
no más, no más, no quiero nada más con ustedes.
Encerrada en mi burbuja de cristal, con mis amigos  imaginarios, reales, lejanos, cercanos, verdaderos, mirar, observar, sentir, leer, cantar, escuchar a ellos, nunca más a ustedes.

Desprecio, todo el desprecio, escupos salivosos para ustedes, desprecio absoluto, total, para siempre, jamás, nunca más, no se acerquen nunca más. No me miren, hacia mi, en mi, para mi nunca más....

domingo, 25 de noviembre de 2012

Crecer, madurar y volar.

La semana pasada vino a visitarnos mi amada Violeta, mi sobrina y ahijada. Y esta vez hablando de la vida misma, su vida, la nuestra, nos contó que quería que llegara el momento de hacerse absolutamente cargo de su vida, conseguir un trabajo, mantenerse con ese dinero y por lo tanto irse de su casa. Que por supuesto le daría pena hacerlo, pero que también lo necesitaba. Que iría a comer todos los días con sus papás y a lavar ropa y esas cosas, pero que era una parte de su vida que quería e iba a vivir.

Y la idea me quedó dando vueltas y vueltas.
Fundamentalmente porque por razones que en  un principio no entendía, personalmente nunca tuve esos deseos de salir de casa, de la casa de mis padres, es más  nunca se me cruzó por la mente que había un momento equis en la vida, en el que uno tenía que hacerlo y como tampoco recibía señales de parte de mis padres sobre "aguecar el ala", me quedé, me quedé, todavía estoy aquí.

Fue ahí que me acordé, tratando de no ser tan injusta conmigo misma, de entender los por qués de esa sensación que en boca de mi amada Violeta suena tan tentadora y que jamás se cruzó por mi mente....y el único motivo fuerte, sólido que no es disculpa porque no hay nada de lo que  me sienta culpable, es que si bien todos tenemos momentos, tiempos, en la vida, distintos, diferentes, además los míos están alterados, modificados por ciertas razones biológicas, géneticas, que me situan frente al mundo como una mujer, Colomba, de 43 años pero que en esencia tiene como 20. Siempre más monga, la más infantil, lenta, caída del catre, asopaipillada, para las cosas de la vida como el amor, despabilarse, crecer, madurar, volar de casa.

Tanto es así que creo que recién ahora a mis jamones 43 años, estaría más o menos preparada, dispuesta, feliz, de irme a vivir........... sola. Pero sola de verdad.
Reconozco que existieron "momentos" en los que sentí deseos de irme, más bien de huir, escapar de casa, de la casa de mis padres, de mis padres, más que nada de mi papá cuando le daban sus málditas crisis de maníaco-depresivas. Creo que han sido los únicos momentos en mi vida, en los que he querido de todo corazón mandarme cambiar. Pero no por el placer de armar una vida fuera de casa, en mi propia casa, sino porque el ambiente estaba tan candente, era tan difícil por no decir terrible, insoportable, convivir con mi papá ,que lo que más quería era que llegara mi Príncipe Azul a por mí para rescatar a la Princesa del Dragón.
Pero después de esos meses o años, en los que mi papá se tardaba en superar la locura, la calma volvía a casa y cada uno a sus actividades.


Además que siempre tuve el privilegio, la suerte, oportunidad, de tener mi pieza, mi espacio. De hecho mi papá valoraba mucho, mucho, mucho que uno propiciara sus espacios propios, intimos, y más aún si en ellos leías, escribias, pujabas, etc., y como siempre fue y sigue siendo primordial estar a la altura, gusto y satisfacción de mi padre... De chica compartí habitación con mis dos hermanas, después la mayor fue beneficiada con pieza sola y me quedé con la Manucita ensoñada, mi hermana y amiga de toda la vida. Hasta que llegamos a nuestras casas propias en Santiago, Moneda, Rosal y Valenzuela Castillo. Cada una su pieza, su mundo, su desorden, orden, manías para desarrollar, ampliar, gozar.
Y en ese espacio habitación, pieza, que mis papás nos dieron, he crecido, madurado, pero no necesariamente he tenido ganas de volar....

Será también porque a mi puerta todavía no llega el Principe, méndigo, mendigo, hombre de carne y  hueso, mortal a diferencia mía, que me invite a contarnos un cuento de a dos y desde otro lugar. En el fondo descubro también, lo conservadora que soy, obvio!! si siempre soñé con casarme, tener hijos, perros, gatos, casa, plantas para cuidar y regar, casa que cuidar y hacer comida. Y si bien todavía no llegan, tengo una casa hermosa, a la cual lento y no tanto, he ido transformando a través de los años. Un patio pequeño, el cual ha ido mutando, rotando, cambiando, creciendo, florando, enverdeciendo durante su existencia a mi lado. Y creo que esos vendrían siendo otro de los motivos fundamentales por los cuales, nunca he tenido "necesidad" de irme. Soy tan feliz en esta casa, la casa de mis padres, ahora de mi madre, es tan agradable, mi habitación es encantadora, amplia, deliciosa, el patio es hermoso, la bugambilia, mi bugambilia ha florecido en toda su magnitud roja, roja, cayendo en morado y muriendo en violeta.... ¿para qué irse?

Creo que tal y como los ojos se le iluminaban a mi amada Violeta, al contarnos de su deseo, necesidad, alegría por irse y ser grande, madura e independiente, a mi se me iluminan al ver el patio, la casa, cuidarla, regar las plantas y no encuentro, no concibo, conozco, otro espacio (después de México, Guadalajara) donde podría ser tan feliz, plena, libre, independiente, donde crecer, madurar y viajar que es lo más parecido a volar que tengo.
Siiiiii absolutamente siii, porque si fuera que además de sentirme cobijada, calientita, protegida, en casa, en la casa de mis pades, fuera que so una cobarde que no ha sabido, podido, querido ir más allá..... pasaríamos a entender muchas más cosas. Pero no es mi caso, sin sentir precisamente la seguridad de tener la casa de mis padres para volver, pero finalmente ahí esta, he salido, me he ido, he tratado de armar historias, vida, mundos, lejos, muy  lejos de casa. En México por supuesto y finalmente con la colita entre las piernas volví. También he viajado por placer, por el inmenso placer de conocer otras latitudes, horizontes, oceanos, lugares, personas, colores, sabores, olores, por tiempos variados, para finalmente volver a casa, mi casa.....

martes, 13 de noviembre de 2012

Lo fuerte de lo terrible.

Lo fuerte de lo terrible es que pese al tiempo transcurrido,
de alguna manera el daño sigue haciéndose,
esta vez de mano de otras manos más conocidas que ninguna.

Esas pequeñas grandes situaciones, nostalgias, momentos ya inexistentes, quizás nunca habidos, que siguen latiendo a veces lento, otras no tanto, algunas mucho más fuerte.

Pegado que es el ser humano,
adherido en lo malo, en lo que no tiene vuelta,
en todo aquello que ya pasó,
y que por impactante, latente, dolorible, se quedó dañando como todo para el mundo.

Tener que luchar,
luchar contra eso,
eso,
¿que es eso?
eso que no se ve,
ni se palpa,
pero se le conoce por completo.

Luchar y no hay energías para hacerlo,
sentada mirando el horizonte, las horas y años pasar,
sin ánimo, esperanza, ganas, energías, de hacer, detener, acción, mover,
hacer,
ninguna intención de hacer,
en ese deshacer que finalmente provoca que todo lo obtenido, valorado, logrado, se diluya en el aire,
sino fuera por la constancia de su existencia,
de que sí existió,
hablaríamos de sueños, irrealidades, fantasías.

Ningún entusiasmo,
desgano absoluto,
dejación, abandono,
abandono, pero no de morir,
tan solo de no hacer, de no luchar, no creer ya que se puede lograr a través de la lucha,
sin esperanzas,
de aquellas que te hacen creer, soñar, esperanzar, ilusionarte para después caer.

Demasiado realismo,
realista,
real, concreto, aquí, ahora, lo que se es, lo que hay, lo que habrá, la cuasi certeza de lo que sí habrá.
Cambio,
¿para qué?
¿para qué cambiar?
buscar un objetivo, razón, motivación, alegría, ilusión, felicidad,
nada, nada, nada,
abandono total de todo, nada, todo, nada, todo.
No depresión,
y sin embargo el realismo la mejor cara de la depresión,
demasiada claridad de la realidad, del realismo, de la depresión, ausencia de mascaras, se es lo que se es, hay lo que ves, lo que tocas, ni más ni menos, ni malo ni bueno, simplemente eso.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¡¡¡¡ Feliz cumpleaños !!!!

Por siempre en el corazón,
Feliz cumpleaños mi querido primo,
desde la latitud que sea,
en las nubes más blancas, los cielos más azules,
y yo desde el terruño, te sigo recordando y queriendo como la primera vez,
como para siempre,
como siempre,
siempre,
como el regalo más maravilloso de la vida, que fue el conocerte.

miércoles, 8 de agosto de 2012

"H"

Estoy algo perdida en cuentas, pero sumando, pensando y nostalgiando, deben ser al menos 27 años. El tiempo pasa, transcurre, pero algunos, nosotros, seguimos en el tiempo, volando en el espacio, atrapados por los momentos mágicos de la vida. Por siempre "H".

jueves, 26 de julio de 2012

Los malos actos que pagamos en esta vida.

Será por los miedos que a una le meten en la infancia, de que todo lo malo que uno hace se paga, que después con los años y la edad que comienza agolparse sobre la espalda, vamos descubriendo que los que la hacen más que mal, es decir, aquellos que matan, roban, torturan, desaparecen, denuncian, mienten, traicionan, ellos y/o ellas pareciera ser que no lo pagan como debieran, digase a través de las leyes sociales.

Pues creo que no es tan así, o sea evidentemente que el pago a través de un juicio justo y donde sean condenados y después hechos prisioneros, esa justicia, esa si que tarda añales en llegar y a veces no ocurre jamás, sin embargo, basándome en mis teorías  infantiles de "el que la hace la paga", creo que todos, todos, todos, finalmente en esta vida, ponen en cero sus deudas. Lo que pasa es que las maneras no son las que quisieramos y sobre todo no son apreciadas por todos, menos por los culpables.

Por ejemplo, conozco una persona que tiene para su pesar, más gente que la odia, que le desea lo peor del mundo, que la detesta, que gente que la quiera, aprecie y valore. Pues bien, obviamente que ella no se ha hecho cargo 100% de esa energía que sus adversarios, casi todos victimas de sus triquiñuelas por alcanzar poder, metas, dinero, posición, le envían todos los días de la vida, pese a la cantidad de esotermismo que la rodea, de fuentes de agua cristalina que hay en los lugares donde se desenvuelve, de machis, limpias y demases, ella todavía no repara en que quizás y ni tan quizás, la enfermedad de su madre y hermano no sea simplemente un asunto de salud, sino que más bien es el costo por los malos pasos, las malas causas, las trampas, la manera poco transparente con la que ha hecho fama y fortuna. Porque dicen por ahí que quienes hacen el mal, lo pagan no en carne propia sino que con el dolor de aquellos a quienes más amamos.
Y así podriamos estar todo el día mirando la vida de otros.
De paso yo también miro la mía, claro que yo fuera de robar un poco de plata cuando chica, otro tanto más cuando adolescente, no he matado. Si he mentido pero con esas historias falsas, no he engañado mortalmente a nadie, no le he hecho un daño definitivo a persona alguna. No he traicionado. Y sin embargo hago una revisión continua de mi vida, de lo que soy, lo que tengo, lo que no, lo que me falta y a veces creo que de alguna manera algo no está totalmente claro, transparente.

Pero creo que para hacer este tipo de observaciones o hay que ser muy pajero como yo o tener algún tornillo suelto o pasar demasiado tiempo del día pensando. Porque la verdad, dudo mucho que los malos bien malos, pierdan el sueño pensando en estas cosas y que si lo han hecho vayan a dejar de cometer aquellos actos viles en pos del bien de sus seres queridos.
Más en todo caso, tener esto presente para uno que es más un simple mortal, tratando de no hacer tanto mal por la vida, no es una hipotesis a desechar.

viernes, 20 de julio de 2012

Interesarse.

De un tiempo a esta parte se me van algunas horas del día en pensar en los intereses, el deseo de enriquecerse, sumar conocimientos, agrandar la materia gris. Y por asuntos tales como haber puesto todas las fichas en un solo objetivo, tras no ocurrir lo ansiadamente esperado, mandé por un largo y angosto tubo, todos, todos, todos, todos, mis intereses, añoranzas, placeres, virtudes, gustos, ensoñaciones.

Supongo que si llevo un tiempo reflexionando sobre el tema, será porque los malos momentos, sensaciones, experiencias vividas, están comenzando a pasar o se están yendo del todo. No lo sé, en cosas del cucharón, del alma, de las carencias afectivas, existenciales, uno nunca sabe exactamente cuando van a pasar totalmente. Siempre habrá una palabra, un olor, frase, forma, que vuelva aquello malo, malvado y destructivo a tu mente, corazón, alma y si no estás preparada, fuerte, recubierta de fierro enlosado, nuevamente acabara, picara finito en donde más te duela y vamónos a la mierda otra vez.

Pero quiero creer, sin exagerar, menos manifestarlo publicamente, que quizás, quizás, quizás, tanto pensar lo que alguna vez se quiso, se deseó, se amó y no llegó, tanto darle vueltas por todos los lados posibles, desde todos los puntos de vista, quizás hizo que el machaque constante, lo disolvió como alka selzer. Ojala, lo digo sinceramente.

Más ocurre, que en la desolación, quedé vacía de intereses, abandoné todo cuanto había forjado, aquello que tanto me gustaba, desde lo más mínimo hasta lo  máximo. Y ahora que retomo o que ciertas campanadas retumban en mi mente pienso en mis INTERESES.

Tengo la duda existencial si mi falta de interés no se deba fundamentalmente porque soy una persona inculta, ignorante. Mi sisterna Manucita dice que no, que lo que ocurre es que no nací para el rollo, para el discurso, los libros densos, de análisis profundos y de los cuales uno tiene que sacar respuestas más sesudas e inteligentes aún. Digamos que hay mucho de verdad en tales ideas. Más que mucha verdad. Pero me pregunto, porque una cosa es lo que te digan desde fuera y otra, es la que uno machaca en el interior sobre todo si eres de las que tienden a martirizar tu alma, si aquella falta de análisis, profundos debates densos, ¿no será porque además de ignora e inculta, soy FLOJA?
Así como que si no me interesa, no lo leo.
Que si no me late a la primera no sigo.
Que si no me gusta menos.
Mucho obstáculo, mucho impedimento ¿no les parece?
Pero a la vez, en la rutina de mi existencia o al menos en lo que hasta ahora ha sido ésta, no me veo realmente, no me veo, leyendo esos libros de historia o de economía o de filosfía que tiene mi padre y que en cambio, Manucita si quiere incarles el diente.

Como tengo una dósis vital de infantilismo, necesitaría que alguien mayor, una autoridad en edad, me dijera "no colombita no es malo que seas como eres, que leas lo que te plazca, lo que te interese aunque no sea gusto de nadie más. Como tampoco es malo, ni más bueno, ni menos malo que Manucita tenga esos intereses". Chale que bien que  me haría eso.
Porque bueno, siempre con la constante y sonante profecía de mi amado padre, a que de sus tres hijas, yo era la más "tontita", de pronto, a veces, tal designo resuena, hace daño, me duele, perturba profundamente. Que si miro mi vidurra hasta ahora ha sido, más la llevo en haber leído literatura, uno que otro cuento, en escribir, en soñar, en pensar, en ver muchas películas, hacer comentarios sobre ellas, ser realmente una ferviente y fanática del cine, de los festivales internacionales, locales, nacionales, de documentales, de cine latinoamericano.
Eso debería ser un plus, simplemente y nada más. Pero como además te educan con esa mentalidad "exitista" en que tienes que ser alguien en la life, alguien preferentemente FAMOSO. Y yo la neta creo que eso no lo seré en esta vida. Fundamentalmente porque mis amigos no leen lo que escribo, solo algunos de tanto en tanto confían en mi, me guían y que si no estuvieran yo tampoco. Unos muchos me chulean y suben el ánimo. Otros el silencio otorga.

Y finalmente sigo arrastrando esta cobija sobre ¿cuales serán mis verdaderos intereses? Con todas las transcripciones que hago, sobre todo las de entrevistas que después se convertiran en investigaciones para magister, doctorados, publicaciones de libros, me da un tanto de envidia ser simplemente la que trascribe los audios y no estar más metida, enchufada, a esos entretenidos proyectos.
Es ahí cuando resurge un algo en mi interior de querer estudiar, hacer un estudio de postgrado sobre alguna cosa cultural: cine, literatura, pero temo profundamente a esa cosa densa, pajera, latera, latosa, aburrida, que tanto le gusta a los chilenos, más no sé qué tanto a los mexicanos, argentinos.
¿Qué hacer, qué hacer maldita sea?
¿Para donde ir?
¿Que dirección tomar?
¿Que hacer de entretenido con mi vida y sus neuronas?

lunes, 4 de junio de 2012

Pecados varios.

Pensaba y pensaba,
pensaba y dejaba pasar el pasar.
Sigo pensando.
Trabajo tengo, las energías andan dispersas, la mente volando, sueños estacionados en la mente.

He vuelto a vivir de los sueños,
sueños hermosos y reales,
pero que al aterrizar descubro que son más hermosos que todo cuanto me rodea.
Bajón.

Volver a las claridades aquellas lejanas ahora,
en que se vivía para alcanzar metas, sueños, esperanzas, viajes, colores, sabores, olores,
ahora muchos de ellos están teñidos de gris, opacos y desilucionados,
sin razones claras para seguir, continuar el viaje resulta improductivo.

Improductiva está la vida ahora,
sabemos que hay que dejar pasar el año en curso,
lo malo con él desaparecerá,
regresarán las energías, objetivos, esperanzas, creencias, viajes, olores, colores, sabores, fe.
Mucha fe sobre todo.

Matar los meses,
podría ser más rápido aún,
me pregunto,
lo pregunto,
podrá ser más sencillo y rápido aún,
matar el tiempo de dos en dos,
muchos días a la vez,
contar en el calendario horas para finalizar este año.

No tengo ganas de nada,
energías por los suelos,
tanto por hacer,
tanto por cumplir y la rebeldía se toma la conciencia,
humanidad, mente.
Querer enviarlo todo a la mierda,
mandarlo a volar,
rascarme la panza a placer,
no pensar, hibernar, dormir, dormir, dormir.

sábado, 26 de mayo de 2012

Convaleciente del alma.

Qué cursi y cierto a la vez.
Tantos meses llevo enferma que no me había percatado.
Enferma de ciega,
de no atinar,
dejar que la vida y los sueños se alejaran de mi,
como si el esfuerzo por alcanzarlos no hubiera sido tal.

Ya constaté el daño,
todos los días puedo hacerlo al mirarme al espejo,
ahora tendría que actuar
¿quiero hacerlo?
¿estoy lista?
¿o tendré chorrocientas mil cosas más para comer todavía?

Retomar en vez de avanzar,
porque el verdadero avance se perdió en diciembre,
cuando dejé de ser feliz,
cuando los sueños a por los 42 se desmonoraron el mismo 31 de diciembre.
Iniciar el nuevo año, desinflada, desilucionada, sola, acabada.
Jurar y perjurar que no sería pro nadie más que por mi,
la chance para darme
y finalmente vuelta atrás como si nada.

¿Como que si nada?
a costa mía nada menos,
de mis sueños,
esperanzas,
la creatividad literaria a las pailas,
la lectura qué decir.

Enferma de mi trabajo,
queriendo volar,
irme, desaparecer,
viajo y sino fuera por las películas, todo, todo, todo, habría sido un espanto.
El mundo ya no me miraba, no existia porque habia dejado de ser lo que alcance,
el sueño anhelado.

Todo, todo mal,
constatar es lo peor del mundo,
y ahora tendría que atinar o morir
¿que quiero?
un poquito de las dos,
rabia por la tontera
desilución por lo poco que duró
dejarlo ir por mis propias acciones
¿que hacer?
¿matarme?
a veces quisiera porque tengo tanta rabia atorada,
pero la esencia sigue tirando, absurdo y todo y me llama a que atine, que no deje todo perdido, que salve lo que todavía late, retomar y continuar.

sábado, 28 de abril de 2012

La Historia que nos sigue.

Pretextando la reciente internación de mi madre en su segundo hogar: El Hospital del Tórax, dejo correr los pensamientos e ideas.
Caminando esta tarde por los pasillos del tercer piso de este edificio-hospital,  pensaba en la contradicción o suerte o casualidad, no lo sé realmente, de que sea justamente el hospital que fundara mi abuelo. Esto surge a proposito de que como idea fija tengo siempre, siempre, el pensar en las formas que uno vive. De pronto me pregunto si la modestia, sencillez, con la que mis padres nos criaron, digase casas hermosas todas, todas, todas, pero en las cuales el paso del tiempo transcurría y si necesidad existía en cambios, arreglos, todas corrían por cuenta nuestra, a excepción de la terraza que mandó construir mi papá en la casa de Gregorio Dávila, en Guadalajara.

Lo pienso porque hace ya dos años del terremoto y si bien nuestra casa no se cayó, algunas fisura quedaron, las cuales todavía están ahí en espera de tener dinero para arreglarlas. Así como también arreglar el techo. Cosas que evidentemente no podemos hacer ninguna de nosotras y de pronto me detengo ante la frase "en espera de tener dinero". Será quizás que todo lo que no hemos hecho y que de alguna manera hace que nuestro derredor se mantenga un tanto intacto en el tiempo, más que nada por falta de con qué hacerlo. Lo pienso por las personas que nos rodean, algunos de los cuales más favorecidos económicamente, que hacen modificaciones a sus casas bastante seguido. Entonces vuelvo a pensar en los años y costumbres heredadas junto a mis padres y no recuerdo ningún cambio de estilo significativo en ninguna de las casas que habitamos.

Surgen dudas sobre si esos cambios de estilo será de personas que necesitan en qué gastar el dinero o que son -ni bueno ni nalo-, de aquellos seres que van a la vanguardia de los cambios y que no soportan mantener un estilo o una historia en sus casas por más de un año. Que para eso existe el dinero, las tiendas de decoración, los insumos suficientes para llevar a cabo esos cambios. Pienso en las fisuras post terremoto de la casa y siento que me he acostumbrado a ellas. Me pregunto si esa costumbre se deberá a que soy apática o a que no le doy demasiada importancia a esas cosas, quizás carezco de estilo, gusto por la atmosfera y decoración. O también será que como no está mi papá que era el que cortaba el queso, pues falta alguien que tome decisiones. Pero no es tan así la cosa, porque en mi excesivo parecido al señor que es mi padre, rememoro de todo el tiempo vivido en VC1137 y descubro que varios, por no decir muchos cambios de estilo, decoración de espacios han corrido por mi mano.

Será que lo  mio no es la carpintería, menos la pintura, ni los enchufes, menos la electricidad que no sea poner o sacar una ampolleta, quien estuque las fisuras, arregle el techo y a falta de quien domine esa área, la casa sale adelante con las posibilidades existentes. Quizás. Y es que volviendo atrás, al inicio, al Hospital del Tórax, obra de mi abuelo y que desde 1954 se mantiene presente en la historia del país y el edificio, con unas pocas, muy pocas modificaciones estructurales, de más bien sumar edificaciones aledañas, sigue siendo el mismo edificio, con la misma escalera, el mismo diseño Art decó de su origen. Y en el origen, acariciando las murallas de mármol cafesosas pienso en mi abuelo, su obra y en la curiosidad que esté precisamente mi mamá internada en su hospital, utilizando toda aquella infraestructura, algunas más amoladas que otras. Recorrer de tanto en tanto, cada que a mi mamá la internan, por esos pasillos de muros solidos, de paredes mitad cemento y la otra mármol en tonos jaspeados de café, pisos de baldosa, habitaciones para ocho camas. La escalera majestuosa, la puerta balcón - terraza, que añales atrás o quizás más en verano dejaban abrir y desde donde se ve nuestra calle. Las barandas metalicas, pisos limpios, calefacción en las paredes. Las mismas ventanas con los mismos postigos, árboles que en su origen debieron ser pequeños y ahora liquidambar, gingobiloba y ombú, crecén alcanzando su máximo esplendor en edad y belleza.

El punto está en mantener estilos, diseños, costumbres, la mayor cantidad de tiempo y no así sentir que uno es achapado a la antigua (y quizás si) y si lo es no es malo, como tampoco lo es aquellos que no soportan vivir con lo mismo cien años. Pero que unos no hagan sentir mal a los otros, ni mal ni menos, que finalmente el interior de la casa, más allá de dar calidez, techo y comida, no es la esencia de nada ni nadie ¿verdad? Pese a que algunos repitamos -para bien o para mal-, costumbres, taras, metodos, tradiciones, de vivir, decorar, disfrutar la belleza de lo que nos rodea, sean estos cuadros, tapices, fisuras o el verdor de la vegetación.

martes, 3 de abril de 2012

... IV años ...

Papito,
Pese a que ya no podemos conversar en vivo y en directo, quiero decirte como en su momento a la Manu, que siempre, de todos los dias, instantes, tengo presente tu persona, momentos, pensamientos, ideas, olores, en todos los instantes de la vida estás presente. No niego que quisiera conversar contigo, ahora más vieja, menos monga tengo tantas cosas que quisiera compartir contigo, pero............ quizás por eso estás en todas partes, en todas las instancias posibles, porque desde los más allases, entiendes que te necesitamos tanto, tanto, tanto.
Trataré de encontrar el strudell que te gustaría probar y haremos el té que tomarías, para estar en este nuevo aniversario de tu ausencia, junto a tí con cositas ricas.
Te amamos!! 

viernes, 30 de marzo de 2012

Dolores.

Lo peor en la escala de las maldades o insensibilidades humanas son el silencio a respuestas esperadas, desprecio a personas que ni se conocen y peor si se las conoce.
Será porque con los años uno va sumando tantas, tantas experiencias buenas, malas, pésimas, terribles, estupendas, que va creando una dura caparazón contra los ataques  innecesarios, contra el mismo dolor, contra aquellas cosas que traspasan la sensibilidad hiper suceptible que tenemos algunos y que quieren hacerte mierda. En nombre de esos años transcurridos y en los cuales, desde Chile he sumado más malo que bueno en temas del cucharón, debo reconocer que el tiempo transcurrido empieza a servir de algo y pongo activa la caparazón para no permitir recibir tan gratuitamente la maldad de la gente.
¿Cuál será la necesidad de hacer daño?
De aparecerse por la vida y sembrar simplemente dudas, incognitas, silencios.
El baúl de las interrogantes comienza a convertirse en un container y de pronto también comienzo a sentir enormes ganas de lanzar esa pesada caja al mar, que las olas se la lleven lejos muy lejos de mi.

También sé que si no tuviera un viaje ad portas y sobre todo un viaje que me da tanta ilusión, alegría, entusiasmo, creo que me hundiría en los abismos del dolor, de tratar de contestar las dudas que otro debiera dar. Y justamente porque me voy y confieso que guardo secretamente la ilsuiòn (siempre) de no volver, es que decidí categoricamente no permitir que el dolor traspase este momento de la vida.
Y que una vez cruzado la zona en donde dejas de ser persona para pasar a ser viajero, Diosito me coja confesada y permita que la luz más luminosa, maravillosa, esplendorosa se apodere de mi, la mayor cantidad de tiempo posible.
Lejos, lejos, lejos, sin pensar, sin permitir que la obsesión se estacione y comience a preguntarse los ¿por que? jamás de los nunca contestaremos.

martes, 27 de marzo de 2012

En pareja.



Julio y Sara se conocieron en Alameda con San Antonio, coincidieron en la compra de un cepillo plástico color rojo, para rascarse la espalda. Las cuatro manos se fueron sobre el mismo objeto, Julio levantó la mirada y posó la vista en los ojos de Sara, quien le sonrió, él devolvió el saludo y le cedió la propiedad del cepillo. Después un café de carrito en el mismo lugar, conversar de los beneficios del cepillo en cuestión y lo edificante del rascado de espalda.

Siguieron viéndose, él la invitaba a tomarse un café todas las mañanas en diversos lugares de Santiago como el Paseo Ahumada o alguna plaza que tuviera bancas a la sombra. En esos primeros tiempos, a Sara le gustaba conversar y contarle historias a Julio, historias de su vida pasada, de antes, de las cosas que le gustaban, sus sueños, mientras Julio la escuchaba mirándola fijamente, con el tiempo los roles cambiarían. Julio le pediría pololeo y ella, irse a vivir juntos.

Él un hombre de aproximadamente 50 o 55 años, metro 80, fornido pero no gordo, pelo corto y encanecido.  Chaqueta en tono arena, blusas en colores contrastantes azul, negro o chocolate, pantalón de sastre, zapatos imitación cuero en negro, pañuelo de seda al cuello. Voz ronca, tono suave, gentil. Bueno para conversar, exponer sus ideas, puntos de vista.
Sara, estatura mediana, edad indescifrable quizás 40 o 50 años, hombros angostos, contextura menuda. Cabello café claro encaneciéndose, melena crespa hasta los hombros, chasquillas desordenadas en la frente. Abrigo café oscuro largo, de botones forrados en cuero, bolsillos a los costados, solapas de piel aterciopelada en el mismo tono. Vestido largo debajo de las rodillas, en color blanco, beige o palo de rosa. Blusa manga larga, bolsa de plástico de las grandes tiendas en la mano derecha, pañuelo a la cabeza combinando el tono del vestido.

Con Julio nos conocimos porque éramos asiduos a la Plaza de Armas a jugar ajedrez, un par de veces nos tocó competir. En las veces que fuimos observadores, conversamos de todo un poco, compartimos el cigarro, las hojas del diario hasta hacernos amigos. El único tope era cuando divagábamos sobre las vidas propias, si bien ninguno tenía interés de hablar del pasado, Julio a través de respuestas divagatorias e irse por otros temas, terminaba cerrando la conversación. Lo mismo ocurría con su mujer, Sara, a quien la conocí a través de él, cuando llevaban 6 años emparejados. Extremadamente callada, más que conversar solía afirmar con la cabeza cuando Julio le consultaba algo, de voz suave, pronunciando cada palabra, jamás un garabato y con una voz infantil, que sumado a sus modos femeninos, le daban un toque gracioso y especial.

Nos solíamos encontrar durante la semana también, como a eso de las 10 de la mañana, cuando coincidimos en la Plaza de Miraflores para tomarnos el café, ellos decían venir de sus trabajos, oficios que todavía hoy son un misterio, ya que salían a la calle a las siete. Los martes, jueves y sábados caminábamos hasta la catedral, donde Sara iba a misa, nosotros permanecemos fuera fumándonos un cigarro o leyendo el diario. Y de ahí, Julio y yo nos entregamos al ajedrez. Mientras nosotros jugamos, Sara pasaba un rato junto a nosotros observando nuestro juego, ya que Julio decía que ella podría llegar a ser una gran jugadora:
- Tiene una capacidad de concentración y observación que estoy seguro que con práctica podría llegar a ser Botvinnik

Pero después de un buen rato parada, se aburría y partía con su bolsita plástica en mano, a sentarse en el borde de la palmera más antigua de la plaza, a mirar a la gente que pasaba, jugar con los perritos vagabundos o darles pancito a las palomas. Más de una vez tuvimos que ir en su ayuda, cuando algún fanático religioso la atrapaba como victima o alguno de los loquitos que dan sus vueltas por el lugar, pero Sara con su voz suave así como sus modos, no era quien pedía ayuda, sino más bien el ungimiento de Julio por defenderla.
El resto de la semana solíamos coincidir en algún evento cultural de la Biblioteca Nacional o bien a la hora del almuerzo donde Las Viejas en La Vega central.

Las veces que compartimos algún lanzamiento de libro, exposición de pintura o bien seminarios de temas varios, la pareja llegaba muy puntual, acomodándose en los asientos cercanos a la puerta y al finalizar el acto, eran los primeros en llegar al coctel. Sara se encargaba de la observación de los meseros, descubrir donde estaba instalado para ir a ponerse lo más cerca posible, Julio capeaba las copas en  busca de bebida diet para ella y un vino tinto para sí. Y Sara detenía las bandejas de canapés. No eran del público que comparte  la velada conversando con el resto de la concurrencia y eso que éramos del grupo reducido que acude a los mismos eventos y terminan conociéndose bastante bien unos a otros. Siempre muy juntos, a lo más él comentaba algo con alguien, ella en cambio, buscaba comida para después.
También era frecuente pasar por el forestal y verlos sentados en las bancas cerca de la escultura de Ariel al poeta Rubén Darío, pasaban horas ahí leyendo el diario, ella algún libro, haciendo pic nic improvisados o durmiendo la siesta.

En los años que compartíamos alojamiento en el Hogar de Cristo, en la noche de vuelta a casa, solíamos reunirnos a las 9 en algun punto de la ciudad y caminar hasta allá, a esa hora la ciudad cobra otros colores y los personajes más diversos salen a pasear, entre ellos nosotros. El trayecto hasta el Hogar de Cristo, era bastante largo, pero el peregrinar por la ciudad, que nos fue dando la vida, nos permitía caminar largas extensiones de la ciudad.
En aquellos tiempos en el Hogar de Cristo, los encargados del lugar, le otorgaron a Julio y Sara, el beneficio “matrimonial”, de acomodar sus colchones uno pegado al otro, en un rincón alejado del resto de la gente y que con un juego de sábanas martilladas en la pared formando una “l” pudieron armar un privado, con los años, tal distinción sería traspasada por la misma pareja hacia otras parejas que llegaban al lugar.  

jueves, 22 de marzo de 2012

Comienzos...


Los cirios alumbraban el lugar. El aroma a flores de azahar e incienso dominaba el ambiente. Atravesó el umbral, se arrodilló y persignó. En un costado estaba la fuente bautismal, metió los dedos de la mano derecha, los mojó y aprovechando la humedad de éstos volvió a persignarse. A paso lento caminó por el pasillo, en el lugar solo estaban los ramos dispuestos en el principio de cada fila de asientos, los cajones dispuestos en el altar y la figura de Cristo. Se aproximó a los ataúdes, dejó entre los dos, un enorme ramo de flores de varios colores y alargando los brazos tocó la superficie de madera de los féretros. Se acercó a cada uno, abrió la tapa delantera dejando los rostros, tras el vidrio, al descubierto, los besó, dijo algo en susurros. Volvió a arrodillarse frente al altar, persignarse, para retroceder hasta la primera fila de asientos, cerca de la puerta, sentarse y esperar.

jueves, 15 de marzo de 2012

... ¡¡¡ Tía MARINA ¡¡¡


Los arrepentimientos no entran en esta página. Por más que los pensamientos me lleven a todo lo que no hice, lo que no le alcalcé a decir, todas esas cosas que le ocurren a las personas cuando querían, debían, tenían y al final nada de nada.

Querida Tía Marina,
Usted realmente hizo del regreso laboral a mi colegio, la mejor parte. Con su sencillez, simpatía, con la gracia, los chistes que nos contábamos, como respetuosamente nos reiamos de tanta gente. Cuando nos cambiamos de sede y estuvimos todos esos meses con los cabros chicos, realmente creo que fueron los mejores tiempos en esa mala idea de trabajo que tuve. La compañia de los mocosos con mocos, la de Mónica y por supuesto la de usted.
Cuando nos encerrabamos en nuestra hora santa y privada de almuerzo, que más parecia fiesta gastronómica y la Tía Anita quedaba cucha de por qué pasábamos tantos buenos ratos simplemente comiendo. Los programas de TV que veíamos a esa hora santa, esos programas horribles que le gustaba Tía, realmente usted si que tenía valor moral para aguantar cada cosa............ 

Y su amorosidad llevada a la máxima de las máximas, esos huevitos maravillosos y deliciosos que traía de su campo, las verduras, los tomates más rojos y deliciosos jamás nunca vistos, menos probados. Tanta dulzura mi querida Tía Marina, tanta, tanta dulzura.
Entonces pienso en que no le retribuí de la misma manera su generosidad.
Que debí llevarla más veces al doctor.
Al oculista ¿se acuerda cuando fuimos a esos barrios que usted no conocia? y después usted a mi a los que yo no sabía si quiera que existian.
Querida Tía pese a que no nos vimos nunca más, le diré que la recuerdo nitidamente. Recuerdo su carita, su cuerpito bajito de piel dura y firme. Como subía y bajaba las escaleras del colegio con sus herramientas de aseo como si fuera una quinceañera, gracil, rápida a pesar que las dos sabiamos que ya le dolía hasta el alma, que más bien debería estar en su Lampa querida, con su amado Carlitos, disfrutando de la vida, de los perritos, politos, huevos, hortalizas.

Ay mi querida Marina,
esa pena que surge cuando se sabe que ya no tendrá sentido ir al colegio porque usted ya no estará,
entonces uno quisiera volver el tiempo atrás y hacer lo que no se hizo en el momento.
Tan cerca que estábamos.
Pero no qiuero pensar en los peros irremediables porque eso son y en vez, recordarla, recordarla tal y como la última vez que nos vimos. Rememorar las tardes encerradas en la cocina, las conversas, las historias de su familia que compartió conmigo. Tomarnos un cafecito, un pancito de esas delicias que usted misma hacía en su casa y que traía para que disfrutaramos y después rodáramos.
Gracias eternas linda Tía Marina.
Porque es una gran persona, un luminoso ser que vamos a extrañar siempre, siempre, mucho, muchisimo, eterno.

domingo, 11 de marzo de 2012

Una marciana suelta en la tierra.

De tanto en tanto, como aquellos temas que no logran salir de forma espontánea, 
regresa hasta mi mente el temita aquel sobre "lo diferente" que puedes llegar a ser.
Pienso en las miles de voces que en el tema han dado veredicto,
las medito chorrocientas veces y a veces termino alojandolas, hasta nuevo aviso, en algún cajón enpolvado de mi mente.

Hace unos meses mi psicoloca en turno, dió algunas directrices de los por qué soy como soy y no me parezco a nadie. Que en realidad creo que no estaba tan alejada de la realidad, ya que sus dichos, dolieron como patada de mula y opté por no ir más a sus sesiones, porque casualmente todo cuanto me decía me dolía tanto y me enviaba en viaje directo a la misma mierda, a replantearme hasta las maneras diversas de como tomarme la sopa. MUCHO!

Y es que estoy hasta más arriba de la coronilla con esa manía que tiene la gente que se cree normal, en tratarme como una ex convicta culpable de asesinar algo muy preciado.
Soy absoluta y totalmente distinta a lo que el manual de las buenas costumbres, el devenir y la ruta de cómo llegar a la felicidad establecida, ordena. ES VERDAD.
1.- No estoy casada a mis cuarenta y tantos preciosos años.
2.- Tampoco tengo novio que se me conozca, a menos que fuera en un momento desmemoria, del cual casualmente, no recuerdo.
3.- No tengo hijos y tampoco los tendré, aunque adoro con ensoñación a ciertas guaguas del mundo unido.
 4.- Antes tenía un gatito hermoso, amarillo, de rayitas blancas, ojos amarillos, pupila negra, al que se le formaba un triangulo invertido en color blanco, entre sus ojos y el hociquito. Era el amor de mi vida, quien me proveía de todo aquello que el ser vivo puede necesitar: amor, calidez, compañía, calor, de hecho más de una vez me sirvio de pañuelo, cuando abrazada a él, los mocos caían y sus pelitos fueron el mejor contenedor. Lo amaba, lo amé y lo amo y vaya, vaya cómo lo extraño. Y desde que se murió, la vida se me fue un poquito a la chingada. El dolor a por su perdida hizo de mi una nueva persona un tanto insensible para muchas cosas, le resté improtancia, valor y sentido a cosas que antes apreciaba de sobremanera, creo que también me pasa con algunas personas, situaciones puntuales, sentimientos, lugares, olores. Pero así ocurre cuando te alejan violentamente de lo que tanto amabas. Quien padece del corazón ensoñado sabrá de lo que hablo.
5.- Vivo en la casa de mis padres, ahora solo con mi madre (porque el otro ya se fue para los cielos) y desde casi un año con mi hermana menor.
La casa es hermosa, digamos que soy un tanto mandona y la he armado a mi pinta, sobre todo el jardin interior pequeño, verde y cumplidor.
6.- Trabajo y trabajo como la hormiguita trabajadora.
Y cada que he juntado su peculio, me largo a viajar por el mundo, siempre, siempre, con la esperanza de no volver, sobre todo ahora que no tengo a mi gato amado.
 7.- Tengo por pasión escribir. Algún día algo más largo que un cuento, algo  más consistente que una anécdota diría PT.

Y pues parece que esa forma de ser y vivir, desconcierta al 99,9% de la humanidad que me rodea. 
Algunos en momentos determinados pensaron que era lesbiana porque no tenía perro que me ladrara, hasta me llevaron de antros lesbicos para que descubriera a la amora de mi vida, cuando caché las intensiones, tuve que explicar que puede existir el caso de no tener hombre a tu lado y no ser necesariamente lesbiana, que podría ser que seas del gusto de nadie o que odias al genero humano, también al masculino, vaya uno a saber, tantas razones pueden haber.
Otros cuando me veían ir a fiestas con amigas, simplemente me tildaron de leslie sin chistar e intentar de a como va la cosa en la vida.
Ninguno se ha tomado la molestia de hacerme gancho, una cita a ciegas, presentarme algún viudo, soltero(n), seminarista escapado de su iglesia o de perdis un ciego..

Pero en todo caso y como vivimos en una sociedad intrinsicamente "egoista" que cada quien se mueve en su metro cuadrado o "baldosa", que va por su pellejo y por el mismo ciuda y lucha. Entonces pues, deberían de mirarse más el ombligo y dejar a los otros, a las otras, a los que han considerado "distintos", vivir como chuchas se nos antoje.
Porque la verdad de la milanesa, es que no me considero una persona triste con la existencia que tengo, que he armado. 
Me gustaría obviamente, viajar todos los días del año, trabajar en algo que me de para ir y venir o ir y no volver más. Pero así es la suerte del asalariado, que lo seré pero al menos no padezco un jefe que me esté apurando, para eso tengo mi propia PYME: Colomba Orrego Servicio de Transcripciones.
Finalmente  feliz a mi modesta manera. 

Solo que como vivo en esta sociedad de mierda, en la que traigo colgado el cartelito de la "marciana suelta en la tierra", de pronto me cuestiono el devenir de mi existencia y el hecho de ser tan distinta al resto y como para delante y para atrás la diferencia marca horas y años, pues paso a deprimirme. Por suerte el azote no es lo mío y no duro demasiado tiempo en ello. Pero lo desagradable es el tiempo perdido, sea el que sea, cuestionandose todo, todo, todo, mandando muchas veces a la chuña las buensimas cosas que he hecho con mi vida.

Me acuerdo que alguna vez le dije medio en broma y a la defensiva a alguien, que seguramente la persona que me corresponde vivía en otro país (México o Argentina que son los lugares donde viviria a ojos cerrados) o quizás, lamentablemente, habia sido atropellado hace algún tiempo. A saber. 
Porque cuando estoy en la fase pajera de pensar ¿por que yo no?, reviso con detalle alemán pros y contras de mi persona (porque como siempre está esa absurda e inevitable sensación de que uno es el culpable cuando algo no anda del todo bien) y no entiendo por qué yo no. Sé que sonara asquerosamente egocéntrico pero la neta del planeta, es:
- Que me encuentro altamente simpática, no precisamente el monstruo de la laguna negra.
- Salvo en cuanto a inteligencia y sino me encarrilo por el camino de los cuentos chinos con una maestria que nadie, ni el más capo de los inteligentes, podría decifrar si todo lo dicho era verdad o mentira. 
- Ahí medio que soy curta porque unos que muchos libros han caido en mis manos, porque las neuronas me funcionan, lo que pasa es que sino me interesa nomás no tendrás mi cara de atención hipnotizando tu mirada. Soy selectiva en mis intereses y no pierdo el tiempo con lo que no me agrada. 
- Sé mucho de cine no porque le haga al séptimo, sino porque tuve un papá que era una enciclopedia andante (aunque desmemoriado) y a su lado, vi tantas peliculas, directores, historias, actores, como memoria pueda soportar, con la novedad que tengo una de elefante adolescente. 
- La lectura que me atrapa hasta dejarme sin respirar es la del siglo XIX digase Tolstoi, Dickens, Dostoyevsky, Chejov, todo, todo aquello que aman los rucos que finalmente tenían toda la razón del mundo. Obvio que no le hago el quite a la litera contemporánea, pero el detalle, descripción y ambientación de todo aquello que no podrás conocer porque no existe o ya se termino; ES LO MIO.
- Soy una chica trabajadora y por lo tanto independiente, no tengo intención alguna de ser mantenida porque no soporto el control bajo mis hombros, inmediatamente saco la pistola que llevo dentro y pum pum le doy matarile. 
- En esencia creo que con los años me he conviertido en una vieja de mierda, más no precisamente cu.... porque para bien o para mi mal, además soy "modosa" y creo en el apendice aquel que reza "que con amor es mejor".


Al leerme, comprendo que en realidad soy bastante rara, pero que tanto y además que ya no hay devoluciones. Pero quizás asusto y por eso nadie del sexo interesante, digase masculino, se atreve conmigo..........trato de desdoblarme y pensar en la situación siguiente:
- Soy otra persona y me topo conmigo, que ya no soy yo si no que otra y miro (a la que era yo), me acerco y le hablo. Ella, la antes yo Colomba, sale con un discursito como el anterior en una situación semi propicia............¿qué haría?............. ¿escaparia?.......... chale eso de ya no tener mis dones de desdoblamiento es un tema.
En resumidas cuentas no solucioné nada.
Sigo siendo la misma marciana que al inciar este monologo, pero no desde la vagina, eso es un avance.

sábado, 18 de febrero de 2012

¡¡¡ FeLiZ cUmPlEaÑoS ¡¡¡

Querido más que amigo,
Imposible, ni siquiera con amnesia, podría olvidar tu día, éste momento crucial y hermoso que para sumar situaciones pro positivas, más encima, te citúa todos los años de la vida, cerquita de mi padre y tu sabes que después de eso, el cielo se toca con un dedito y  no el más largo precisamente.
Siempre, siempre, siempre, juntos, más de muchos años, tantos que de pronto pierdo la cuenta para no evidenciar como el tiempo pasa y tu y yo cada día más hermosos y jóvenes.
Sumar sin parar los añales que llevamos caminando, corriendo, soñando, pensando, amando, amándonos, juntos. Tiempo, tiempo, tiempo, linda vida, maravillosos recuerdos, nostalgias, momentos únicos e irrepetibles.
La CRA por siempre jamás.
Tu y yo por siempre jamás.
¿Y qué tal el regalo-dibujo-foto que dejo para tí?
Te amo.
¡¡¡ Felicidades !!!

martes, 31 de enero de 2012

Abecedario.

Y finalmente el último día.
¿Será por que no se hicieron las tareas con presición?, obedientemente como antes.
El cansancio, la depresión que continúa invadiendo el alma.

Cansancio.
La mirada perdida en la copa de los árboles, escuchando voces, pensamientos, pero sin participar.
Pero las energías se diluyeron y era un día tan especial.
La última vez.

Arreglarse.
Parafernalia y en esencia el globo pinchado.
La adicción sigue pegando fuerte.
Me haces falta, más allá de mis tontos sueños.... me haces mucha falta.
El desarme, porque certezas de que nada se puede hacer, menos solución.

Ancla.
Que se arrastra con pesar....
Pensar, pensar, pensar, tanto en ti.
Soñar, soñar, soñar contigo.
Sin materia, nada tangible.
Necesito arrancarte totalmente de mi...

Zoé las únicas melodías que acompañan, que entienden.
Arrullenme y ayudenme a salir..........es que tengo celos, de ti.


Felicidad por la maldad de aureola impudica.
Celos por tu capacidad de alejate, borrarme como intento hacer contigo y tú ya lo lograste.

Ausencia.
Te extraño tanto.
De esa inexistente ráfaga cálida sobre el aire y en mi.

Certeza.
Ninguna posibilidad de acercamiento.
Lo sé.
Lo entiendo y no existe contacto.
Pero no es la conciencia la que domina el corazón.

Corazón.
Arrarcarlo y no sentir.

Ansiedad.
Tantos sueños que podría tener por tí.
No puede ser.

Control.
Nuevamente encarrilar objetivos, encausar.

Encausar.
A la adicción hacia otro lugar.

sábado, 14 de enero de 2012

Los grandes amores.

¿Su nombre comenzaba con A, con M, con V o con D?
A.- La primera de todas las veces, aquella conocida como el primer amor, al más puro estilo MELODY funcionó. Pero al tiempo, se le ocurrió la mala idea de hacer la gran "Pancho Villa con sus viejas a la orilla". Ni bien me enteré, con mi corta edad a cuestas, lo mandé a volar, con tanta convicción que creo que hasta yo me sorprendí de lo radical que puedo llegar a ser.

M.- Después apareciste tú que eras la poesía en movimiento hecha persona. Los días en el salón de clases, el petitorio a ser "tu novia", el hormigueo y finalmente aceptar. Almuerzos en mi casa, tardes juntos en la azotea, nuestros rostros cada vez más cercanos, tu boquita de labios color cereza queriendo topar la mía. Yo bastante más romántica que tú y a la espera de que en nuestros encuentros las nubes se tornaran rosadas y el aire oliera a perfume. A ti las hormonas te traían volando, pero igual nomás no dejaste un día de visitarme en tu bicicleta. Quiero que sepas que nunca de los jamases me he olvidado de tí, todos los 1º de tu mes, pongo una calcamonía en mi agenda y pienso ¿dónde estarás? Todavía tengo la esperanza que al regresar, nos volveremos a encontrar en la misma esquina y nos reconoceremos. Es que marcaste mi corazón.

V.- Después unas distracciones van otras vienen, nada seguro porque el inseguro de aquel no sabía ni lo que quería, de hecho creo que ignoraba quién era.

D.- Más tarde el encuentro con el primer músico de la vida, que me encantaba aunque era la esencia de mi mal ojo. Me sentía absoluta y totalmente Ana de los mil días y tu ni te enteraste. Mientras yacía en mi  lecho de enfermedad, llamaste una vez sin dejar recado y después no volvímos a saber el uno del otro ni la otra del uno.

El viaje a Chile.
A.- Encuentros en terapia, amistad por un lado y el otro que quería más cosas, pero yo la misma monga de siempre, con la indecisión que me comía viva y los deseos ad portas sin saber mucho cómo manejarlos.

P.- El chico de Las Vertientes, mi verdadero primer amor en estos suelos al extremo sur de América Latina. Tan raro y hermoso a la vez y yo que no supe o no quise o la madurez no me daba para enterarme que él me amaba. Igual tomamos coca cola de la misma botella, jugaste beso por error y ganaste, conversamos hasta quedarnos sin saliva, nos miramos a los ojos mil veces, todo era maravilloso pero... Finalmente no volví a escribirte, como te habrás dado cuenta, de alguna manera te dejé ir, volar. No volví anotar tu cumpleaños en la agenda, aunque sigue grabado el día en mi corazón. Como hoy, como todos los 14 de todos los meses como hoy. Aunque tardecito, porque lenta siempre he sido, te amaba más de lo que pensaba.

De ahí pasaríamos abruptamente al sendero de los no, no, no y más no.
El que me quería pero no podía.
Al que yo quería pero él a mi no.
El amor mal correspondido por el profesor ensoñado y amado, que quería con todas menos conmigo.
El festival interminable de los amores no correspondidos.

Segundo regreso a México (bueno de verdad).
Encuentros de muy buen ver con lo más variado y selecto de la música y para colmo de mi felicidad con el rock mexicano.
Amigos con derechos.
Derechos con amigos.
Mezclando saliva, historias, amor, trabajo y todo lo que estuviera a mano.

P.- Algunos todos más importantes que otros, los amigos para siempre aunque a veces dejen de escribir, de mandar señales, de compartir musicas. Aunque se pongan mongos pero en el fondo no olvidan que se quiso, se quiso estar, estar juntos, vivir en un pedacito de pieza, con la ventana que miraba de lado al cielo, cantar de noche hasta la madrugada. Soñar con viajar juntos a todas partes. Juntos liberando lo malo de nuestro lado.

R.- Tu sabes quién eres y el lugar enorme que ocupas en mi corazón, en todos los días de la vida y las ganas enormes que tengo de volver y volver a verte. Eres mi amigo más sincero y quizás algún día de rucos los dos, termine aceptando ese maravilloso amor que  me das y yo de rogada y monga no termino por aceptar.
La ensoñación clarificando permanentemente que la mera neta está en México.

De vuelta a Chile, no se puede comenzar de cero.
C.- Fiestas, música, oscuridad, pasillos. Tu brazo que pesca al mío, beso fugaz, miradas fijas. Tiempo son volver a vernos, encontrarnos en el mismo sitio. Nuevamente el juego del pasillo oscuro, tu brazo tomando el mío, los besos, esta vez más largos, encerrados en el  baño, jadeos, respiración. Besos, besos, besos, la gente bailando afuera.

Exigencias para alcanzarlos, besarlos, amarlos.
Primero querían que una fuera la más linda entre todas las bellas, ahí luchando apasionadamente por lograrlo.
La sensación de fantasma alrededor de ellos crece y crece con el tiempo y los años.
Resulta que ahora además las requieren inteligentes ¿lo serán ellos? Tengo mis dudas.



A ojos cerrados vs. Desconcierto de principio a fin.
I.- Aquella noche, el cielo estrellado, la noche más oscura entre las azul marino. La calle, los dos, fotos de grupo, casi que me caigo "chucha dijo la marquesa" tu risa, "chucha dice el caballero", tomarme del brazo para no caer. Miradas, miradas, miradas. Tu mano tomando mi brazo. Otro escenario, música, luces, nuestras miradas como único complemento, como si pudieramos estar solos en mitad de la nada y  las conversaciones de otros, de afuera no existieran. Hablando a mil de los dos, de ti, de mi. Los gustos comunes, los lugares, placeres. Nuevamente tu  mano sobre mi brazo...

JC.- Las ilusiones borboteando por el aire, alegría, esperanzas, creatividad que sale por todas partes. La oda al encuentro y desencuetro, avanzar y retroceder, esquizofrenia y locura. Y yo metida entre medio. Bailando una danza descontrolada, a veces de a dos, otras no se entiende cuantos más la bailan ¿es amor realmente? Noches de aprender, disque conocer, abrirte mi corazón, mis sueños, el mundo. Y sin embargo tu filuda y abyecta lengua exigían tantas cosas extrañas, desconciertos desplegandose por todas partes. Para estar a la altura tenía que tener casa propia, automovil, cuenta corriente,  un sueldo rentable porque todo parece que querías ser mantenido. Tanta materialidad para alcanzar algo tan hermoso como el amor, la pasión. Alejado absolutamente de todo. Desconcierto de principio a fin..


Algunas conclusiones.
Volvería a ojos cerrados a aquella noche junto a I.-
Quisiera de todo corazón estar en aquella esquina y encontrar a M.- tantas cosas que quiero contarte y tanto tiempo que quisiera pasar a tu lado.

R.- Te extraño y quisiera de verdad, poder quedarme allá y compartir la vida como lo haciamos desordenadamente antes ¿podremos?

P.- Te siento volando lejos, aunque siempre para mi felicidad, vuelvo a saber de tí. Tenías razón en casi todas las cosas que dijiste y quisiera contártelas, abrazarte muy fuerte y tomarme una coca cola de la misma botella y jugaría beso por error contigo toda la vida.