miércoles, 31 de diciembre de 2014

La fuerza del cariño.

Ya aprendí que lo más seguro es que nunca encuentre quien me quiera como yo necesito,
tampoco que me entiendan como requiero,
menos que me conforten,
entreguen amistad,
apoyo, contención,
como urge,
como busco,
como quiero.

Pero también, 
tras un camino de casi dos años,
he comprendido,
que cada quien es como es,
que obviamente somos todos diferentes,
que yo quiero de una manera,
intensa, seguramente,
que siempre quedaré un tanto carenciada en sentimientos varios.

Pero finalmente y después de todo,
sin conformarme,
sin tampoco quedarme con las sobras del plato,
pacto con los que tengo,
con los amigos que he ido procurando con los años de vida,
yo los quiero,
inmensa y muchas veces (antes) incondicionalmente (espero que de nuevo),
y sobre todo....

Sus presencias,
le hacen un bien indescriptible a mi vida,
a la persona que soy,
al color alegre y luminoso que toma el cielo, los árboles, el aire,
el cariño que me puedan dar,
que sepan entregar,
que puedan enviar,
en mi insuficiencia eterna, me viene bien,
lo acepto y lo agradezco.

Y sobre todo,
declaro que al menos que decida matarme, 
acabar con este transito vital,
todo es mucho, muchisimo más hermoso,
si estoy rodeada de ellos,
mis amores amigos,
amores platónicos,
amores - amigos,
amigos amores.
amigas,
amadas amigas.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Decepcionada.

... ¡¡¡¡ Me siento realmente sublimada, 
emocionada, 
además de esperanzada, 
al constatar que NO signifiqué nada,
en este 2014, 
para la mayoría de mis reencuentros mexicanos ¡¡¡¡ ...

domingo, 14 de diciembre de 2014

Los atoros.

De un tiempo a esta parte, a los amigos, tendría que rebautizarlos como "los atoros".
Seres que ya no existen,
que desaparecieron,
las circunstancias más importantes de la vida,
demostraron que no existían.

Y como soy pegada,
me atoro, en los ahora atoros,
antes sufría mucho, mucho, mucho,
ahora los odio menos, pero los odio,
no pierdo el tiempo en desearles sapos y culebras,
pero lo que queda al final del coladero,
en materia de sentimientos,
no es bonito.

Espero que llegue el día,
en el que supere a los atoros,
aprenda que es verdad, no existen,
lo más probable es que nunca estuvieron,
que tan solo eran nostalgias de frases hermosas,
nunca pronunciadas, escuchadas,
y continuar la vida, como hasta ahora,
pero sin permitir que los atoros, sigan atorándose en el concho final de mi existencia,
punzando como agujas filudas, 
recordando lo mierdas que son,
que serán, que fueron.

45 años de experiencias adversas con estos atorados,
esperando que alguna vez lleguen y sean reales, ellos y sus sentimientos,
en ese optimismo que a veces encuentro absurdo,
debiera entender que ya no debo esperar,
pero en la falta de ellos,
vida hacer, vida vivir, vida gozar,
como siempre, como hasta ahora.

Por qué será que uno se atora, en los atorados?
Por qué no dejarlos ir,
si hace rato no están
o nunca estuvieron,
porque atorarme en las nostalgias inexistentes,
por qué permitir que sus ausencias atoradas, me duelan?

Una receta para el olvido,
necesito para vivir,
vivir contenta con mi vida,
sin recordar lo que no ha existido,
construir sin esperar,
simplemente vivir,
como hasta hoy, he hecho.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Casualidades?

En mi superstición conocida, 
tomo conciencia de las variadas veces,
que durante el día de ayer,
que cumplias 488 días lejos de nosotros, de mi,
fotos sobre ti,
aparecían una y  otra vez, en el fondo del computador.

Casualidad?
no lo creo,
prefiero pensar, creer, experimentar,
la sensación mágica, maravillosa,
que te hiciste presente,
protegiéndonos,
protegiéndome,
en cada una de esas fotos que aparecían en el fondo del computador.

Tanto es así
y tan protegida,
cuidada,
querida,
me sentí ayer,
que esta mañana amanezco...
soñando contigo.

Con la Blanquita del vestido morado mexicano,
sin oxigeno,
caminando por ella misma,
flaquita como te recordamos,
pero conversadora,
preocupada.

Gracias mamita,
de veras que gracias,
son estos momentos los que más agradezco de la vida,
porque aunque no estás fisicamente,
vuelas en el aire,
nos miras desde todos los puntos posibles,
estás con nosotros,
ESTAS CON NOSOTROS
y si ese no es un privilegio para gozar,
disfrutar, compartir y contar,
qué lo será?

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La culpa en la memoria.

Muchas veces me he preguntado 
¿cuanto habrá de culpa en la memoria?
¿Por qué la muerte de mi padre, me duele menos que la de mi mamá?
¿Por qué rememoro cada 26 a ella y no cada 3 a él?

La lejanía en el momento de la muerte ¿tendrá que ver?
El haber vivido paso a paso la descomposición de mi mamá,
sentir cierta cuota de culpa,
de aquel discurso que repiquetea en la mente de tanto en tanto
sobre:
"si no la hubiéramos llevado, si no la hubiéramos dejado",
finalmente culpa,
sentimiento de culpa porque se cree,
creo, creemos,
que quizás si le hubiéramos hecho caso en no llevarla, 
porque ella no quería ir, 
porque ella estaba esperando con todas sus energías, 
la cita con el cardíologo, porque sentía que algo no estaba bien, 
porque quizás sin decirnoslo, 
se sentía mal y pensaba que el centro de todo estaba en su mal, 
supuesto mal, mal del corazón.

Pero final de cuentas, la duda prosigue
y ronda sin parar la idea sobre si
¿la memoria existe en la medida que la culpa también?
y cómo con mi padre no tengo culpas,
tan solo, que no es menor, charlas que no nos dimos,
temas que no aclaramos,
verdades, dolores, confusiones, inmadureces que no tratamos,
pero no hay culpa,
no está el sentimiento de culpa, 
de "quizás dejé de hacer algo y por eso murió"
o "hice mal algo y por eso murió".

No es grato pensar que no existe entonces,
un sentimiento noble, 
tan noble como el amor 
y en el amor la memoria, 
de mantener vivo el recuerdo de aquel ser que se quiso tanto,
porque mucha de esa conciencia de memoria,
guarda culpa, 
mala conciencia, 
más la falta del cuerpo, 
del cuerpo de aquel ser con el que se convivió tanto y tantos años
y que descubrimos, descubro, no era tan mala la vida a su lado,
por el contrario, le daba un sentido,
una alegría,
la alegría que produce aunque ya jamonas, tener a nuestros papás al lado.

Porque siempre pensé que mis papás estarían siempre a mi lado,
que las historias negras, oscuras, horribles, 
de espacios que se abren y uno cae a un principio infinito, 
el precipicio infinito, negro y desolado de la muerte, 
esa sensación, 
aunque experimentada, 
nunca la viviría porque nosotros éramos Los cinco, 
los diferentes, 
los maravillosos 
y el mundo marcaba un antes y un después, tras conocernos.

martes, 21 de octubre de 2014

Sabiduría.

Me pregunto muchas, muchas veces, 
si la vida algún día me dará la sabiduría necesaria para comprender,
aquellos hechos que tanto me hacen sufrir.

Sabiduría para entender el egoísmo e individualismo de las personas,
para no caer una y otra vez en sus extraños juegos
o si caigo, al menos, entender sin dolor, que hay gente así, 
pero por suerte, también hay otras personas no tan egoístas, ni tan individualistas,
aunque en el último tiempo, sólo nos hayamos topado con las primeras.

Sabiduría que como la buena,
nace, crece y se desarrollada en el buen sufrir, 
en el buen dolor de entender que no sólo soy atemporal,
sino también absolutamente inencajable,
que no existe especie, grupo, etnia, movimiento, masa, de personas, gentes, seres humanos, que logren calzar, encajar, coincidir, sintonizar conmigo.
Ya sea porque ellos son demasiado egoístas, individualistas
o por que yo demasiado fiada, confiada, no diré desde tan cerca, generosa, pero al menos, creo, no ser de los que dejan abandonado a nadie cuando algo mejor ocurre en mi vida.

Nuevamente y aprovechando de sumar una raya en la muralla,
en materia de decepciones amistosas,
me topo con una nueva desilusión.
Pensar que tiempo atrás, 
esta misma persona interesante,
muchas veces sentí que no teníamos nada en común 
y que ese vacío entre nosotros,
en vez de hacerlo interesante, atractivo, atrayente, 
provocaba más de un bostezo.
El tiempo pasó e igual que ahora,
de pronto estaba y de pronto desapareció,
pero en ese tiempo mi vida tenía otros caminos, 
no sentía esta soledad,
todavía creía que tenía otros amigos, 
otros seres en quien confiar, contar, sumar, pasar momentos divertidos, estar en las buenas y en las malas.

Hasta que pasó lo que pasó y comencé a descubrir con horror que nada de lo que creía, era, 
que ninguna de las inseguridades - seguras, que creía tener estaban, 
que aquellos que desaparecen cuando más los necesitas, corrían de mi lado, como almas en pena...
Entonces, como un vendaval energético,
la esencia de su presencia,
energía a veces atractiva,
energía que impulsa, que obliga a moverse, hacer y deshacer
y en otras molesta porque uno también, a veces, quiere ni hacer ni deshacer...
pero el vendaval apareció de la nada, como si nada
y comenzó a apoderarse de mis tiempos, mis horas, mis momentos,
invadiendo, perturbando, dirigiendo y así también, en muchos casos, invitándome a disfrutar de mágicos momentos, películas, paseos, viajes, conversas, comilonas.

Hasta que como llegó el vendaval,
desapareció,
como suele ocurrir,
justo cuando más o menos comenzaba a gustarme esto de tener siempre actividades,
cuando comprendí que realmente estaba sola de otros seres humanos en mi vida,
pero sin que esta soledad, fuera persona no grata.
Pero algo pasó en mi,
que cuando el vendaval se marchó,
porque encontró algo mejor
el supuesto eje, motor de su vida,
que le daba equilibrio,
los demás habitantes de su vida,
nos convertimos en simples habitantes del mundo,
que un día le sirvieron,
para después convertirse en aire, en nada, nada....

Una parte de mi está muy ofendida,
profundamente ofendida, 
porque cual chancla vieja soy lanzada al olvido, ante el supuesto mejor horizonte.
Esa ofensa conocida demasiadas veces últimamente,
de los que desencajan de mi, para engancharse en otro.
Pero tengo dudas sobre este sentimiento,
tanto para la amistad,
como para el amor.
Dudo verdaderamente dudo, 
que alguien pueda encajar, enganchar, sintonizar, tanto y tan bien con el supuesto amor, en base a dejar de lado, olvidado, rezagado, a los otros que fuimos su móvil, energía para su existencia.
Es decir, que hasta que llega la media naranja, 
rellenaran sus vacíos con los AMIGOS 
y los nosotros, amigos, tendremos que saber, entender y comprender,
que en el momento menos esperado, 
seremos despojados, dejados de lado, como si nunca hubiésemos existido.
Pero curioso resulta, que en toda la historia del vendaval,
no se pronuncie la palabra amistad, respeto, cariño, compartir, amor por el amigo, amistad para el amigo. Sólo utilizar, tapar, tomar, usar.

O sea que la amistad como definición exacta digase: del latín amicitas, por amicus, amigo, que deriva de amare, amar, es una relación afectiva entre dos o mas personas, NO EXISTE. Por lo tanto me pregunto:
¿Que valía puede tener el amor? 
¿Quien puede amar y ser feliz realmente, si es incapaz de querer y cuidar a sus amigos?

viernes, 19 de septiembre de 2014

Mi querido primo Andrés.

Esas cosas que ocurren por algo,
descubro que hoy se suma un cumpleaños más y menos,
de mi querido primo  Andrés.
Mi largurucho y querido Andrés,
con el que viajé fuera de Chile por primera vez,
el que me prestó abrigo, oreja, abrazo y sobre todo amistad.
Quizás porque en su destino estaba el irse pronto,
marcharse y dejarnos a todos, todos, con la tristeza de su ausencia,
con el vacío de su humanidad,
de su bella persona que se alejaba, se evaporaba.

Mi querido primo,
mi querido Andrés,
del que por supuesto estuve siempre enamorada,
pero era tan linda nuestra amistad,
nuestras complicidades,
nuestras pequeñas pasiones y soledades,
que para qué jugárselas con un otro, nada,
además que yo sabía que él me quería,
me quería, estaba, me cuidaba, me quería,
era el mejor amigo,
porque aunque ninguno de los dos lo supiéramos
¿no lo sabría él desde lo más hondo? 
aquella certeza rondando el aire.

Agradezco tanto haberlo encontrado, conocido y me brindara su amistad,
para tener una nueva breve certeza, que existe,
que se siente, que es hermosa la amistad,
que lo que yo sentía era real
y que se podía entregar,
quizás, sólo a seres azules como él,
los que están por marcharse....

A los amigos verdaderos que tienen el destino escrito
y que dice que se marcharán,
que no estarán para siempre,
su estadía será breve,
porque son seres azules,
especiales, únicos,
angelitos de la guarda.

Entonces fuimos amigos,
el mejor amigo heterosexual que he tenido,
el único, 
que me abrazaba,
consolaba, protegía, 
que me daba su mano grande, amplia, blanca, en donde mi mano grande, pequeña a su lado, blanca, quedaba oculta entre esos dedos largos, hermosos, blancos, amplios, grandes.
Me abrazaba con sus brazos largos, delgados, blancos y cubría mi espalda y yo quedaba agradablemente atrapada entre sus brazos largos, delgados, blancos, más su pecho, de espalda amplia, que siempre olía a ropa limpia, perfume agradable.

Me siento sola, vacía, por la ausencia de mi querido primo y amigo Andrés,
el único amigo de verdad,
que no necesitaba un día, un homenaje,
una excusa para estar, para conversar, 
tomarnos una Coca cola, echarnos unos flatos bien sonoros, 
contarnos nuestras intimidades personales, nuestros vacíos y carencias, abrazarnos, sentir que la otra está para el uno y el uno está para la otra.

domingo, 14 de septiembre de 2014

La vida.

Y al final,
terminó convirtiéndose en monotonía,
aquello que iba predestinado a ser la energía más pura,
la ensoñación más profunda.

jueves, 11 de septiembre de 2014

A 41 años del golpe militar en Chile.

Hoy, 
cada esquina, 
cada calle, 
es un espacio de memoria.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Por hacer.

La noche, silencio y oscuridad,
iluminaron el desasosiego corazón nostálgico,
enseñándole otras formas de enfrentar la tristeza,
aquello que pareciera ser el destino,
la suerte aunque suene terrible,
descubrir otros colores,
formas, caminos,
para encausar la vida,
impidiendo colgarse de lo más obvio: lo que no se tiene.

No más,
ni lástima, pena, compasión,
la vida ha sido así siempre,
siempre en lo que va de mi camino
y si hemos encontrado maneras de continuar,
volveremos a atraparlas,
guardar el doloso sentimiento en el baúl de los olvidos,
que no se vuelva abrir en mucho, mucho tiempo.

Duele vaya que duele,
pero no queremos escarbar ese dolor,
dejar que nos consuma,
porque no tiene respuestas.

Volveremos a encaminarnos en una ruta más alegre,
siempre la habrá mientras el optimismo
o la negación a vivir en la oscuridad de un dolor contenido,
un algo desconocido que se extraña, pese a que no se conoce.

No hemos logrado cerrar la compuerta,
que impide entren los sentimientos,
las luces, estrellas fugaces,
pero si sabemos esconderlas o guardarlas en el baúl aquel
y permitirnos continuar, vivir,
vivir con lo conocido y querido.

sábado, 30 de agosto de 2014

Plus por el desasosiego.

Algo bueno en lo malo,
algo bueno de la inquietud,
desasosiego:
la intensidad,  
la velocidad corriendo por mi mente,
el deseo de escribir,
pensar, sentir, escribir,
ideas, pensamientos,
aceleración del corazón,
emociones,
sensaciones abarrotadas,
atravesándose en mi mente,
chocando,
queriendo salir,
hacerse letras, palabras, oraciones,
ideas, sentimientos.
El pero será siempre el exceso de ego,
el pudor por ello,
dejar a la vista tanta carencia,
pudor y ego por evidenciar las soledades, ausencias, inquietudes.

jueves, 28 de agosto de 2014

Inquietante.

Tantas maneras de obsesión,
un hombre hermoso,
su mirada,
contemplarlo
y querer saber más
y más de él,
la información llega,
la obsesión aumenta,
también la búsqueda,
posibilidades para alimentar la imaginación
y las ensoñaciones multiplicarse.

Las emociones y las obsesiones,
obsesión por uno en particular,
una foto - imagen- hombre,
su mirada, sus manos, su caminar.
La mirada obsesiva que solo tiene ojos para él,
que no exista,
que es ilusión,
una foto - una mirada -miradas.

Inquietud - imagen - ese hombre,
información que llega,
en vez de abrir, cierra al universo,
lo inmensa pero lo cierra,
inquietud por tanto
y nada qué hacer con ello,
inquietud ante sus imágenes,
rostro - querer - tantas cosas 
no tener nada,
ninguna de él.

Manía - locura,
ofuscación - enojo,
obsesión de locos - delirantes,
ensoñaciones irreales,
hechos fortuitos,
instantes eternos,
momentos fugaces,
locura por atrapar,
tener - tenerlo.

Obsesión, sentimientos, sensaciones, ofuscación, manía, inquietud,
aquello que sale de lo más hondo,
busca un espacio donde quedarse,
transformarse y se desintegra.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Dosificarse.

Tengo que encargar al espíritu permiso para continuar,
que impida a la vida girar tan sólo en torno a eso,
redescubrir,
encontrar,
aquellas otras cosas,
que endulzan mi vida
¿existen?

A veces saber,
llena de pensamientos la mente,
de ideas, sueños,
demasiados sueños,
irrealidades mil veces,
sueños por momentos,
anhelos por situaciones
transformando la cabeza, las ideas y la mente,
en una proyectora de imagenes.

Persuadirse en dejar sueños,
deseos, busquedas, esperanzas 
para después, 
no gastarse el aire en una sola bocanada.

Pausarse,
actuar sereno,
agitación card{iaca al mil por ciento,
de los sueños,
esperanzas,
evocaciones,
miles de millones de evocaciones,
cantar, cantar, mirando a través de la ventana.

Dosificarse
las ganas,
deseos,
las esperanzas,
¿como?

martes, 26 de agosto de 2014

Ocurre.

En el desespero por alcanzarlo,
el tiempo continúa transcurriendo
así como las intensidades.

No sé si será ese tiempo,
aquel que atropella la supuesta luz,
juega con mi suerte,
que lanza bofetadas,
golpes bajos,
jugueteándo con los sentimientos,
con la suerte,
echando al aire mis sentiemientos.

Será que la costumbre,

disminuye en intensidad,
aunque una luz siga latiendo,
pensando en cómo, dónde,
pero quedamente,
silencio para no volver loca a la ansiedad,
de saber que es más imposible que real.

Volverse a encontrar,
casual como lo fue ya,
remover los hilos del destino,
poner en duda al destino
y que sea tan solo ese momento y nada más
y nada menos,
dejarse llevar,
sin pensar en más,
sin peso sobre las ausencias,
ni carencias
y tan solo sentir,
recordar,
revivir ese instante eterno.

Dejarlo ir,
como el pasado de cuando ocurrió,
soltarlo de las manos,
de manejar el tiempo,
los sueños,
las esperanzas,
el destino si es que existe, 
si es que tenemos,
si es que existe uno para mi.

Dejarlo ir,
dejar que transcurra,
recordarlo,
devolver el sabor al paladar,
degustarlo,
olerlo,
pensarlo,
olerlo,
recordarlo....

sábado, 23 de agosto de 2014

Carente de sabiduría.

El otro día, tras una metida de pata de mi hermana Manuela, descubrí algo horrible.
Algo que me ha dejado pensando y repensando todos estos días.
Un hecho que desintegra, en la exageración que me caracteriza, casi por completo la persona que soy, que pensé me había convertido, una por supuesto, buenísima.

Tanto tiempo, tantas noches cuando era chica,
pidiéndole a mi "dios personal",
que por motivo alguno dejara que mis papás murieran antes que yo,
que no permitiera que ellos dejaran el mundo,
dejaran de estar,
cuando comprendí el significado de la muerte,
del estar y ya no estarlo más,
desaparecer,
estar, no estar, desaparecer,
esa sensación que me provocaba ahogos, dolores de estómago y que encontraba tan terrible,
tan demasiado terrible y que además, podía ocurrirnos a nosotros,
mi familia,
los cinco, seres especiales, únicos, maravillosos.

Y ocurrió además que mi "diosito personal" no cumplió mi solicitud,
descubrí que aquellos ruegos,
ruegos sinceros,
sinceros de terror,
terror, temor,
temor a quedarme sin ellos,
los olvidé con el tiempo,
con la vida,
con la vida que nos tocó tener en Chile.

Y fueron tantos los momentos en que voz al aire,
con publico o a solas,
cuando mi papá estaba en su fase maníaca,
le pedí a ese mismo "diosito personal",
que se lo llevara,
que lo matara,
que no nos dejara sufrir más la vida junto a él.

Lo malo,
pésimo más bien,
es que además del publico que me escucho decirlo
y después no entendieron nada cuando me vieron llorar su muerte, años, años después,
también mi papá sintió miedo,
miedo de mi,
de mis intensiones,
de no quedarme tan solo con la petición a mi "diosito personal" sobre su muerte,
sino que pensó que yo podría tomar parte en el asunto
y con ese miedo,
con ese terror paranoico, de sus crisis maníacas,
llamó a la Pasqui, mi hermana y a la Manena, su cuñada,
para pedirles ayuda,
que lo sacaran de la casa, que se lo llevaran lejos de mi,
porque tenía miedo de mi.

La Manu para arreglar su metidota de pata,
exceso de sinceridad,
dice que peor es la conciencia que deben tener la Pasqui y la Manena,
porque ninguna de las dos, hizo nada, nada, nada,
para ayudarlo,
sacarlo de la casa,
donde supuestamente corría tanto peligro.
Pero eso hoy,
no me sirve de consuelo.

Me mortifica terriblemente haberlo pensado,
haberlo dicho a boca de jarro delante de gente
y claro,
después nadie entendía por qué lloraba tanto su muerte,
su muerte que me tocó lejos,
que me tocó cuando estaba en México.

Si tuviera que explicar,
ahora,
en este presente en el que me entero de esto,
podría decir en mi defensa,
que lamentablemente la vida junto a mi padre, no siempre fue ideal,
que tuve una extraña vida, porque nunca atiné a irme,
a salir de la casa paterna y ser independiente fuera, afuera,
me quedé, me quedé hasta ahora que todavía estoy,
cuando tanto mi papá, como mi mamá ya no,
me quedé y fui feliz, muy feliz
y fui triste muy triste
y sufrí mucho,
los vaivenes de la bipolaridad de mi papá,
sus frustraciones varias producto del regreso a Chile,
que en vez de compartirlas y llorar todos juntos,
reaccionaba de la peor manera
y en esa reacción, me defendía.

No es excusa,
me siento terriblemente pésimo,
la más falsa entre las mentirosas,
porque de verdad, verdad, que siempre amé a mi papá, lo admiré, lo quiero y admiro y encuentro que todo lo bueno que tengo, si es que lo tengo, se lo debo a él y a mi mamá.
Pero hoy me siento muy triste,
muy mala,
muy falsa y mentirosa,
porque alguna vez desee que mi papá se muriera,
porque ya no aguantaba más la vida así,
pero no tuve la fuerza, la madurez, para irme sola de la casa, irme fuera, dejar que mis papás hicieran con sus vidas lo que pudieran, lo que quisieran y romper ese vinculo extraño que teníamos de dependencia, de mantener los lazos de los tiempos de México, de continuar siendo Los cinco, cuando ya solo éramos Los  tres, porque tanto la Manu, como la Pasqui se habian ido.

No me arrepiento de la vida que he pasado con mis padres,
es más, ahora que no los tengo los extraño tanto,
hay tanto del sentido de la ruta existencial que se ha perdido,
no extraño eso si, los malos, malísimos momentos que vivimos cuando mi papá pasaba sus crisis maníacas,
pero si extraño los otros momentos,
los que eran realmente buenos,
donde la pasábamos bien, donde fuimos felices,
aquellos también muy malos para mi papá, en que él estaba muy deprimido y requería terriblemente de nostorso y ahí estábamos mi mamá y yo y la Manu también,
no extraño tanto esos momentos porque mi papá sufría mucho, aunque eran los instantes en que uno podía acercarse a él, buscar el cariño de un padre amoroso, nostálgico, preso de sus pasados y muy requerido de dar y recibir amor.

Lamento descubrir que no soy tan buena ni tan increíble como pensaba,
que fallé a mis principios,
de las peticiones infantiles sobre no separarme jamás nunca de mis papás,
pese a la vida que a veces tuvimos,
la vida que a veces tuvimos no tan buena,
pero los principios y el cariño tendría que haber sido eterno, innegables más allá de todo,
no dicen acaso que el que ama, el que realmente ama, sabe perdonar estas cosas?
Entonces será que yo no amo realmente?,
que ni siquiera he amado sinceramente a mis padres?,
que mi falsedad es tal que no soy sincera ni en eso?
Martirio,
dudas, pesadumbre,
dolor de alma....