miércoles, 25 de diciembre de 2013

Navidad.

Desde el cumpleaños de la Manu, no, desde el tuyo más bien, que empezamos a sumar todos los hechos en los que no estarás más.... ayer pensaba que quería que terminará de una buena vez el 2013 porque aunque tuve mucho trabajo, perdí lo más vital de mi vida y eso lo convierte automáticamente en un pésimo año, pero después pensé "si se va el 2013, atambién te irás tu por segunda vez".
Aunque ya no estés, sigues ocupando un espacio, que seguirá siendo tuyo, aunque muchas cosas malas, terremotiantes pasen a nuestro derredor, tu esencia seguirá volando alrededor nuestro, pero la idea de perder este año y comenzar otro y comenzar a sumar de ahora en más, todos los momentos, cumpleaños, situaciones en los que no estarás más, es una idea inquietante.

Como ayer, la primera navidad en casa de Claudita con todo el familión, en el que no estuviste, una estela de nostalgia y tristeza cubría todo, más allá de la alegría, de la histeria consumista correspondiente al momento, pese a la familiota, a todos lso que nos dimos cita, no estabas tu, no estaba mi papá, no estarán nunca más. Esas eternidades que se sienten tan presentes y punzantes más que cuando estaban presentes.

Ay mamita, mamita, por primera vez en la vida, más que cuando se murió mi papá, la idea de comenzar un nuevo año y sumar esperanzas, ansías porque suceda lo mejor posible, porque sea lo más bueno posible, no tengo. Naturalmente supongo estoy absolutamente desabastecida de esperanzas, de sueños, de ansías, deseos por hacer cosas o encontrar cosas nuevas. Es como si con tu partida te hubieras llevado, mi optimismo, la luz y los colores con que antes veía el mundo, me queda un poco de optimismo para no tirarme al hoyo, pero lo justo y necesario, nada exagerado, nada de ganas de exagerar, de reírme mucho, de llorar si, de esperar nada.

Primera vez en la vida que no espero nada de nadie, de mi, de nada. A ti te lo puedo confidenciar, ni el viaje a México me produce mucha alegría, será también un poco el real miedo que me produce, pero el encanto de antes, la energía por hacerlo cuando estabas y los regalos que te traería, ya no. Aunque me encuentre con todos los amigos mexicanos, con todos los ayeres en fila, esperando ansiosos en reencuentro, no tengo ni ansia, ni deseo, antes que pensaba ir en busca de posibilidades para no volver, para quedarme, ahora ya nada me interesa demasiado.

Ojalá que exageración me quede todavía y esl desgano, la tristeza, la desesperanza cobre vida una vez allá, una vez en ese hermoso país en el que fuimos tremendamente felices, proque estábamos juntos nostoros LOS CINCO, a lo mejor el exceso de nostalgia, de reencontrarse con pequeñas calles, árboles, lugares, escondites, secretos, devuelva un poco el alma, el suspiro, la inocencia, la esperanza, la alegría.

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