domingo, 20 de abril de 2014

En el aire.

Ayer desde que amaneció y en el transcurso del día, estuviste impregnada en el aire. Todo te recordaba, los momentos más lindos vividos juntos en México, episodios de la infancia que se mezclan con fotos, creencias de recordarlas por vividas o por contadas, hasta los últimos días antes que te fueras.

Será también que ayer era justo un sábado antes de que cumplas nueve meses lejos de nosotras y como bien dice la Manu, ocurre siempre, siempre, -que uno lo agradece-, porque en ese apretuje de estómago, está el recordatorio fresquito aunque sea para sumar tu ausencia. Y aunque todos los meses se instala un alo de tristeza, hay veces que son infinitamente nostálgicos, otros como en febrero cuando estuve en México y ayer, que estás presente en el aire, acompañándonos, volando sobre nuestras cabezas, convirtiéndote en el aire que respiramos.

Y fue con esa sensación que nos trasladamos al centro, la Pasqui, la Manu y yo, en una salida de "las tres gracias", para ver la exposición de Sergio Larraín. Y aunque nunca volvimos juntos al Bellas Artes, que porque las escaleras, que porque el oxigeno, que porque nos daba lata, que porque miles de razones, ayer sentí más que el resto del día, que estabas ahí, Mamita linda. Que por sobre todas las cosas, era más tu lugar que el de ninguna de nosotras, que al fin tu se llevaba a cabo la tan ansiada exposición de tu querido Sergio Larraín,
Porque lo que sabemos de él, es por tí, por las innumerables historias que siempre nos contaste, tu admiración y cariño, el vinculo, la ensoñación con la que te referías de él. Y aunque sin ti, que habría sido tanto más interesante y aleccionador tenerte ahí y  preguntarte tantas, tantisimas cosas, preguntas que saltan a la mente, enfrentarse a esas fotos, momentos, bellezas y ponerle nombre y fecha a esas imágenes, con las que uno se cruzó en algún momento de la vida y yo al menos, confundía con las de Antonio Quintana.

También será que las fotos en blanco y negro tienen una poesía personal, intima, única, una capacidad de mostrarte tantos detalles, pequeñeses y grandeses inadvertida que de pronto le otorgan una lógica y sin buscarlo un por qué a esos momentos congelados. Y en ese blanco y negro, aunque los colores no estén presentes (que ni falta que hacen), la imaginación le otorga el tono como deben haber sido.
Y es que en lo personal, las fotos blanco y negro, me evocan México, al cine mexicano, las peliculas del cine de oro mexicano, entonces era un apretuje emocional entre por ti, por las imágenes y por México. Como verás un día intenso en sentimientos, nostalgias, recuerdos, bellezas, hermosuras y lo más lindo, tus tres gracias juntitas y tu, volando en el aire.
 

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