Los milagros y el pájaro azul.

Amanecí soñando con mi mamá,
pienso si la culpa se disipa o será ella que trata de indicarme el camino,
que me lleve a un espacio más feliz.

Feliz me siento de soñar contigo, mamita linda,
con todas las culpas que carga mi corazón, la mente, los pensamientos, volver a verte, igualita a cuando te fuiste, con tu pijama celeste, la bata morada y sin el oxigeno a cuestas, es un suspiro largo, hondo, que al fin puedo dar.... me haces tanta falta.

Y ocurrió,
cambié de rumbo,
partí a reunirme con mi hermano,
pese a vernos tanto, es bueno reencontrarse con los cariños indisolubles, 
los para siempre, 
los que aguardan, olvidan y en la generosidad se les va la vida.
Regresé al mismo lugar donde comenzó toda esta historia,
donde el circulo se cierra dicen ..

Regresé y el cielo hermoso, amplio se tornó a gris,
la esperanza de una lluvia alviadora de aire, de espiritu, de alma, comenzaba a gestarse,
pasos entre suelo piedroso, caserones de muros volcánicos,
rejas redondas, rococó, largas, simples, planas, coloridas.... y es que "pareciera que las nubes están juntándose para llover"...

Caminar entre la gente,
a través de la historia de sus casas, iglesias, piedras, imágenes religiosas,
entre los colores y olores de domingo, 
volviendonos locos de sabores, texturas, queriendo abarcarlo todo, 
queriendo comerlo todo.
Y de pronto, 
sentados alrededor de la mesa, 
aquella misma mesa de años anteriores, de la misma edad que mi hermano.... el PAJARO AZUL, se posó sobre el cerezo en flor.... para mis adentros pensé : "el milagro: soñar con mi mamá es la respuesta del pájaro azul".

Desde la casa con mi hermano, 
con el corazón cargado de amor, de recuerdos de ayer, de los ayeres recién pasados..... 
De pronto mientras el aire se tornaba con viento, con olor humedo, se preparaba la lluvia, comprendí:
"La Casa Azul, el espacio para vivirlo con mis papás, junto a mi hermano", el lugar correcto, el suelo que pisas, el cielo que te cubre, el aire que te acompaña, de los remesones que la vida te dió durante 30 y tantos días....... 
La Casa Azul y el Pájaro azul, no son producto de mi imaginación, ni de la casualidad de aquella vez en aquel cine, como tampoco lo es Ricardo Twain, ni la majuestuosa casa de Avenida Vallarta, ni los juramentos de amor eterno, ni las promesas que México y Guadalajara serían el lugar por siempre jamás donde encontraría la vida, la felicidad, el amor, las alegrías, aunque, aunque la tristeza fuera tanta que me trajera de vuelta sin contar más fisicamente, con mis padres.....