viernes, 7 de julio de 2017

Aquellos pensamientos.

Desde hace un tiempo,
fantaseo con una energía,
soy feliz con ella,
sonrió,
canto, bailo por las calles,
me paseo por la ciudad sonriendo, 
deleitándome con un tema musical en particular, 
después con otro, imagino al mundo bajo esa música, 
después con la otra, canto a todo pulmón.

Y sin embargo los pensamientos aquellos siguen presentes,
las ideas, las oscuridades,
mis constantes deseos de muerte,
siguen presentes.

Cuestionamientos que van y vienen,
que en regreso y de repasada,
siguen latiendo, punzadamente en mi interior,
aquella tristeza eterna,
que nunca me dejará,
¿será el sino por mi nombre?
de existencia trágica,
¿será por mi esencia?
no lo sé.


A veces intentó averiguarlo, 
profundizar en los por qués, 
en los para qué profundizar tanto y en vez, 
simplemente vivir y ojalá feliz.


Pero vuelven,
siempre vuelven,
como las bocanadas del pasado,
de las nostalgias,
de hecho mis pensamientos de muerte, 
son bocanadas de nostalgias por mi pasado, 
cada día más lejano.


Me duele que sea pasado,
que no pueda vivirlo ahora, aquí, en este instante,
me duele y entre más pienso en ese dolor, en esa ausencia,
los pensamientos aquellos,
los de muerte, regresan,
se instalan y van lentamente, muy  lentamente, 
dominando mis pensamientos,
la respiración, los suspiros,
entre medio de las músicas que suenan, 
la vocecita negra susurra: "muerte, muerte, ven por ella".


No existe perfección posible,
al menos no para mí
y en ella,
alojada en el interior del corazón,
en el fondo de los pensamientos,
en las pulsaciones imperceptibles,
está ella presente,
el deseo de tomar ese camino,
de dejar de ser,
de estar, de pensar, de sentir, de amanecer, de continuar.

¿Por qué?
¿Hasta cuando?

No hay comentarios.: