jueves, 30 de marzo de 2017

Sublimaciones.

Ni bien apareció, comenzó a danzar, danzar, caminar, pasearse, de ida y de vuelta, de vuelta y corrida. 
Estaba ahí, en mi mente y quería salirse por la boca. Lo atrapé entre mi lengua y dientes, no sales, no sales, no sales. 
Nuevamente comenzó a pasearse, pasear por todas y cada una de mis neuronas, dio un par de vueltas, fue y volvió, paseo, paseo y se detuvo y a pasear de nuevo. 
La lengua quería escupirlo, pero no, siguió paseándose y paseándose, una, dos, otra vez, una, dos, vuelta y a correr. 
Hasta que tuvo forma, consistencia, se hizo idea. 
Y al pronunciarlo con todas sus letras, una por una, dándole sentido a cada una de esas letras, a esa idea, una palabra, una frase, emocionarse con el sentido de esa frase. 
Y se escapó, se salió sin control, haciéndose sonido en el aire y al escucharlo, entenderlo, sentirlo: Desapareció instantáneamente.

No hay comentarios.: