jueves, 15 de septiembre de 2011

Bipolar 2.

Las flechas de cupido no quieren llegar hasta mi corazón,
algo más fuerte que el entendimiento,
pero sin razón,
las aleja de mi camino.

La felicidad a un paso,
sentirla tan cerca, con la mesa incrustada en el esternón,
sensaciones gloriosas bajo y fuera de la piel,
efímeras como todo lo maravilloso.

Pero las flechas siguieron de largo,
pasaron de mi,
decisiones por tomar,
mientras mi corazón, emociones, sensaciones, devociones,
penden de un hilo,
el hilo conductor, dirigido por un otro,
que al parecer,
no está pensando precisamente en mí,
mientras yo no hago otra cosa que desvelarme, levitar, naufragar hacia él, pensando en él, queriendo todo con él.

No hay comentarios.: