lunes, 19 de diciembre de 2011

Claridad de olvido.

¿Serán las agüitas sanadoras?
¿el yoga quizás?
¿el poder sobre las ideas navegando en la conciencia?
piquetes dolorosos en el alma,
intensiones por actuar,
la claridad absoluta del no.

La claridad de no,
lo que se quería se aleja años luz de lo concreto,
claridad por lo que no se debe,
que ya no se quiere,
dudas sobre los sentimientos,
¿alguna vez se quiso?
¿todo fue cabeza más que corazón?

Confusiones por lo sentido,
dolor a por ellos,
aunque parezcan tan solo obsesiones,
y también mucho de ego herido,
también algo de ilusiones, mariposas, sentimientos, sueños,
cuando lo  pienso duelen, duelen como antes, como siempre que se pensaba en él.
Certeza de sentimientos,
sensaciones con nombre, cara, aroma, deseos,
y ahora el fin.

Recostada en el suelo, mirando el techo, la claridad llega iluminada,
certezas,
certezas a por todo aquello que no alcanzaré,
no desperdiciar energía, ánimos,
no más dolor, ni tristezas, menos maltratos.
Certeza de la elección correcta,
satisfacción a por ella,
por haberla encontrado,
¿las agüitas milagrosas, el yoga?
¿todos?

Afiatense en mi conciencia,
en el alma,
la memoria,
no olvidar la sensación de claridad,
el descubrimiento a por lo que no será.

Duele, duele mucho menos.
Cada vez menos, hasta olvidar, hasta dejar atrás, hasta que ya no exista.
Sin tristeza por los aromas conocidos, las palabras, momentos.
Claridad de olvido.

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