domingo, 12 de junio de 2011

Singnificante versus significado.

Ayer pensando en Virginia Woolf y su literatura, la de una mujer atormentada, que vivía palmo a palmo sus penas, frustraciones, dolores del alma, perteneciente al mundo en el que el significado de la vida tenía un valor en si mismo, donde hacerse preguntas fundamentales sobre ¿Por qué estamos vivos?, ¿Qué es la vida?, no sólo era obvio plantearlas, sino necesario, aún con el peligro de caer en el abismo de las interrogantes sin solución y así caer en depresiones o dolores existenciales fuertísimos.

Y que en cambio en la actualidad tanto contemporánea de la literatura y del mundo en si mismo, las personas se mueven a través del significante sin hacer uso del peso de los ¿por qué?, porque las preguntas vitales nadie las quiere contestar, porque prefieren las cosas más técnicas, simples, más concretas para vivir.

Así enotnces, el materialismo, capitalismo, la sociedad de consumo, la individualidad, el egoísmo, la incapacidad de dar por el otro. Es por eso que creo que en una versión moderna, en cuanto a ciertos temas trascendentales de mi vida, vivo inmersa en el significante y me da por ratos o "crisis" de caer en el significado de ¿por qué estamos donde estamos? y ¿qué es el estar donde estamos?, ¿quien soy realmente?, ¿estoy satisfecha con mi vida?  y todas esas preguntas que uno suele hacerse, sobre todo las mujeres que siempre nos cuestionamos todo lo que sentimos, vivimos, olemos.

Y entonces después de todo ese palabrerio, de alguna manera simple y sencilla, siento que soy feliz, no plena de felicidad, porque creo que eso es un estado superior que no todos podemos alcanzar, pero a mi manera, desde mis perspectivas, estoy contenta con lo que tengo, con lo que he logrado y a veces conmigo misma. Aunque las más de las veces siento que este mundo de significantes egoístas e individualistas, también me atrapa y tengo temores por muchas cosas.

No salgo a la calle a protestar por muchas cosas de las cuales estoy de acuerdo, pero que no me da la energía para actuar y eso me hace sentir que soy medianita, no como otros, no como mi hermana Manuela….y también siento que quizás mis causas personales, son tan personales como egoístas y que en ellas se me va la vida, entonces bueno finalmente tengo mis “peros”, porque nadie ha dicho que yo sea perfecta, si quiera con intensiones de serlo.



A veces quisiera combatirlos y en otras siento que tengo que concentrar mejor las energías en mis objetivos para lograr la felicidad eterna… o mi espacio para realizar mi felicidad más allá de la duración en el tiempo que pueda lograr.

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