lunes, 9 de mayo de 2011

El Jardín Olvidado.

Cuando era más chica y me pasaba que veía una película increible o llegaba al fin de una teleserie seguida con emocion durante meses o bien, terminaba un libro, novela o cuento con una historia maravillosa, tenía que ir corriendo a mi diario de vida a escribir sobre las sensaciones que dejaban.

Por lo general eran sensaciones contradictorias de felicidad plena y tristeza debastadora. Sentir que después de esa historia, no existiría nada en la vida capaz de alegrarme, acercarse a esa felicidad, a esos momentos de unión y por qué no comunión, con cada uno de los personajes, con los cuales, me habia identificado tanto o había sentido que encontraba a mis mejores amigas, amigos, novios, las personas más maravillosas y junto a los cuales había compartido y vivido sus aventuras, como si en realidad fuéramos uno mismo.

Pues bien, está tarde he concluído despues de 1 semana redonda y maravillosa, EL JARDIN OLVIDADO, una novela de Kate Morton, que casualmente le traje a mi mamá de Buenos Aires y que ella encontró a través de sus investigaciones literarias. Una novela en donde todas las porras que uno le pueda lanzar quedaran cortas, pequeñas, insipidas, comparadas con las sensaciones, emociones, alegrías, suspiros, lágrimas que provoca.
Creo que desde Los 100 dias de Ana, que no lloraba tanto por una historia tan emotiva y sensible, en donde las protagonistas eran mujeres valientes, que se veían enfrentadas a situaciones terribles y frente a todas las posibles consecuencias, se arriesgaban y asumían las consecuencias. 
Reconozco que que lloré mucho y  me encerré en mi "burbujita", cuando terminé David Coperfield, también con El Conde de MoteCristo, El Idiota y qué decir con La guerra y la Paz. Sentir siempre que a través de todas estas historias para mi tan reales, pero que pertenecen a las teleseries, a novelas o a películas, en mi caso las sentía realmente como que sus personajes eran personas reales, con los cuales tenía que encontrarme, "estabamos destinados", a conocernos, a ser los más unidos, los mejores amigos.  Obligadamente tendría que incorporarlos a la CRA y de ahí el lazo sería para siempre.

Ahora estoy absolutamente devastada por el fin del Jardin Olvidado, de esas intensidades en las que si bien sé que lamentablemente la vida continua y que más rato tengo que hacer cosas cotideanas y simples, una parte inmensa de mi, la más importante digamoslo, queda tan perpleja que podría morir de amor, de tristeza por el fin del libro y creo que valdría totalmente la pena.
Amé profundamente a Nell, Elize y Cassandra, un poco menos pero igual a Rose. Ensoñadamente enamorada quedé de Cornualles Inglaterra. Aterrada con las historias tristes acontecidas en la Mansión Blackhurst. Contenta porque Cass encontró en Christian a su media naranja, porque entre los dos renacerán en la Cabaña del Acantilado y en donde su Jardin Secreto, será cada día el más hermoso del mundo. De noche sentirán pasear por el jardín a Elize, quizás recogiendo una manzana dorada, escribiendo otros tantos más cuentos de hadas.
Todos aquellos lugares de ensueño que existen, pero que prefiero quedarme con lo que mi memoria creó. Así como con los rostros, cuerpos, movimientos de cada uno de los tiernos personajes. ¿Ven como es dificil después de tantas emociones vividas, intensamente durante 7 dias, pensar en continuar la vida como si nada?.

Pero no pretendo teñir de rojo, esta tarde otoñal, espero pronto encontrar un nuevo escondite ya fuere en pelicula o libro, en el cual resguardarme y asegurarme que encontraré otros más amigos increibles, con existencias maravillosas, las cuales compartirán conmigo y después sellaremos los Nuncas y Jamases, como corresponde. Hasta ese entonces, con la mezcla perfecta entre tristeza, desolación y alegría sublime, me despido.
Los quiero mucho y echaré de menos a raudales, mis estimados: Elize, Nell - Ivory, Cass, Christian, Nathaniel, Rose, Mary, Williams. Sobre todo gracias a ti Kate Morton.

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