sábado, 12 de junio de 2010

Tranquilidad.

La capacidad de ser seres tranquilos es realmente un don.
Como la tranquilidad con que una casa, enorme, con mil historias se demora en envejecer, en llenarse de polvo, tierra, maleza... esa calma, parcimonia, tranquilidad, que no tengo, de la cual carezco, a menos que este total y absolutamente desbordada y evidenciando tal situación me entrego a lo que venga.

Qué ganas de ser como la doctora del pulmón de mi madre,
que casi parece una monja,
con un tono de voz suave, tranquilo, sin apuros, porque todo lo que tiene para decir lo dirá de todas formas.... y uno estará ahí para escucharla, porque esa paz interior cuando uno esta conectado a la corriente, se desea tener, atraer, sentir......... al menos yo con personas así me transporto, me relajo, siento casi como si sus palabras fueran manos acariciando "suavemente" mi cuerpo, mi espalda, las partes tensas, los dolores de siempre.

Así también es mi hermano Antonio,
una tranquilidad a la que yo titulé de "lencho",
de tomarse todas las cosas de la vida, las vitales, trascendentales, simples, complejas, con una suavidad, con un tiempo, como si realmente durante el día uno pudiera hacer uso de las horas y alargarlas a placer hasta sumar 300 en vez de 24.
Y uno en su hiperventilación diaria,
no entiende cómo se puede vivir con esa "lencheria",
cómo le da tiempo para que todo le calce si se lo toma todo con una "calma",
y después, cuando el día llega a su fin y él esta fresco como una lechuguita recién cortada y una esta reventada como tomate lanzado al vacio............ uno se da cuenta que existe una capacidad superior para "tomarse las cosas con andina".

Y daría todo, todo, todo por ser así,
por sentir esa paz, esa lencheria, esa tranquilidad, poder tomarme "algo" con andina, con calma, sin estar con la mente encendida, el tiempo que me atora, con todo lo laboral cronometrado y ajustado con minutos a cuantas teclas tengo que apretar.
Pese a todo,
pese a que no soy una "lencha",
pese a que me dejo ser solamente cuando ya me rebalse.....
aquí estoy sin arrugas en mi piel,
sin infarto en la mira,
pero de todas maneras quisiera ser poseída por alguna fuerza eterea, que hiciera de mi algo menos "pidullenta", menos deseosa de hacer 100 cosas en 1 minuto.
¿se podrá?,
¿alguien conoce el cómo?
y que además ¿pase el secretito?.

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