viernes, 16 de marzo de 2007

Amigas, amigos....

Hace mucho tiempo atrás, cuando estaba en el colegio mi mamá me dijo: "no deseches a tus amigas, entre mas tengas será mejor". Sus palabras siempre me llamaron la atención, sobre todo porque mi madre, nunca se caracterizó por tener amigos, ni amigas, ni nada, todo en su mundo era mi papá y nosotras.

Pero ¿qué se le va hacer?, yo he tratado por todos los medios de ser otra persona o ser menos yo o ser menos, menos, pero no puedo. Para mi la amistad es vital, mis amigos y amigas son para toda la vida, aparecieron en mi camino por arte de magia, por destino, por premonición y la idea era que se quedaran ahí junto a mi siempre, siempre. Pero ¿qué hace uno cuando no todos los amigos entienden estos codigos?, ¿qué haces con esos amigos que te olvidan, que te dejan de lado, que no te piensan?.

Yo no puedo tener amigos así y por eso confieso que a lo largo de mi vida, mas bien, en estos 20 años que llevo en Chile, puedo contar con una mano a mis "verdaderos amigos y amigas" y me faltarian pies y manos para contar a todos los que fui dejando atrás.... Y los deje porque no concibo la amistad ciega, la amistad vana, la amistad "porque mas vale no estar solo".

La amistad para mi no es para llenar soledades, sino para compartirlas, para estar en las llenitudes, en la alegría, las penas, compartir el cine, el helado, las revistas, las comidas ricas, los secretos, las canciones, las emosiones, los amores, los desamores, las traiciones.

Pero como dice mi hermana Manuelita, al parecer "los amigos de aquí no son como eran los de allá". También es cierto (como dice Manuelita) que los de allá, los tuve hasta que tenía 17 años y que en esos adolescentes momentos de la vida, todo es crucial, todo es para siempre, todo es intenso, todo es vital, todo es ahora. Entonces, todo indica que logré mi cometido por tantos años anhelado y "quede congelada en el tiempo de 1987". Lo cual tiene de bueno tanto como de malo. Y de pronto sigo buscando a esos amigos, a esas amigas, a esas personas "para siempre", con las cuales compartir todo, nada, silencios, mil palabras, abrazos, ninguno y pese a que a veces me canso y no quiero abrir mi corazón a mas nadie y me encierro (pero son etapas, momentos), después salgo con mas ganas, con mas ánimo, con mas bríos así tenga que continuar alargando la lista de los que ya no están, de los que deje atrás.

2 comentarios:

Guille Chiliztli dijo...

si, me siento identificado con eso que describes, al parecer la vida es asi, nos transforma de la fogosa e intensa adolescencia,a un ser complicado que es el ser adulto en un juego cruel y competitivo que es la vida de adultos. Sinceramente yo creo que allí esta el problema de las amistades y de la calidad de las relaciones humanas, el adultocentrismo (supuestamente autónomo) es una ideología esquizofrenica y autocastrante, constantemente se sacrifican las relaciones fraternas y solidarias en pos de una competencia por una supuesta calidad de vida, siempre ligada a tener mas y conseguir mas y mas.

jajaj, sono a jipy y adolescente mi comentario.

Un abrazo !

gracias por tu comentario en mi blog! me subiste el animo.

Jaime Riva-Palacio H. dijo...

Bueno, mi hermano se anticipo en lo que iba a comentar... Tambien creo que las amistades son mas intensas en la juventud, cuando las "responsabilidades" son mucho menores y tambien creo que me sobran dedos para contar las amistades que realmente tengo. Sin embargo algo hay que hacer, quizas lo mas sano es darle un nuevo sentido a la palabra "amistad" y agregarle el asunto del adultocentrismo... Otro factor importante es el macabeismo... Es tipico de que cuando uno tiene pareja como que te van quitando el tiempo que se podria destinar a cultivar mas la amistad...
Aun cuando fisicamente no nos hemos visto en años, te considero una amiga y de igual forma te tengo todo el cariño como si nos viesemos seguido.

Un abrazote fuerte!!

VIVAN LOS TACOS AL PASTOR!!!