viernes, 15 de mayo de 2009

La familia.


Por ahí dicen que las familias, te las dan sin chance a escoger,
afortunadamente, para nosotros, las circunstancias de la vida, han hecho que ésta regla no se cumpla tanto, tanto.
Así es como desde 1977 tenemos la fortuna, maravilla, salvación, ensoñación, de contar con el "hermano" mas hermano del mundo. Con la persona mas buena que la creación hiciera, con nuestro cabezón, narcoleptico, amado..... Antonito.
Como voy por la vida sumando circunstancias marcadas de "destino", acontecionos que la muerte de "mi-nuestro", padre, nos tomara por sorpresa en México. Los dos a la distancia del acontecimiento, del funeral y juntos, juntos para aprender a vivir con esta pena.
Y si bien el dolor ha sido enorme, confieso que me siento muy, muy afortunada de haberlo vivido, llorado y todas estas cosas, a su lado.
Porque además de "Toño", el otro gran miembro de la familia es y será for ever and ever: "México", el país, la tierra, las personas amadas que nos dieron albergue, cariño, espacio, amistad, para armar la mejor parte de la vida. Es por ello que estar allá para acontecimientos tan importantes, fue desconcertante, acogedor, conmovedor, especial e inolvidable.
Si de mi dependiera, si de "deseos" anduvieramos, pediría a ojos cerrados volver, volver, volver a los aquellos viejos tiempos en los que vivíamos toditos juntos y cercanos en Guadalajara, en aquellos almuerzos en Gregorio Dávila, en los paseos al cine, en los "Tacos especiales", los paseos en lancha por la laguna de Novillero, las inolvidables patas verdes y tantos, tantos recuerdos que quisiera no fueran mas "ayeres" y volvieran a ser "presentes tocables, ensoñables".
Pero por suerte, a veces, la vida no es tan cruel como parece y hace pequeños grandes gestos, para que la existencia sea mas bella: como lo es el advenimiento poético de nuestro ensoñado hermanito "Antonio", que en casi menos de 24 horas volveremos a encontrarnos.
Donde compartiremos nostalgias, las ausencias de mi padre, las mil historias para rememorar, abrazarnos mucho, ponernos hasta la madre al son de los grados etilicos, llorar, gritar, recordar, mirar para delante.
En estos momentos es cuando añoro estar en este mundo para poder quererte mucho, abrazarte mas, ensoñarte hasta el cansacio.

1 comentario:

Francisca dijo...

Que lindo! siempre me emociona tu blog y tus reflexiones tan humanas y personales :)
Es maravilloso contar con esa familia escogida y volver a escoger a quienes vinieron sin saber.
Saludos!